El Boeing 787 tiene capacidad para 250 pasajeros y un alcance de 15.200 kilómetros.
El presidente de Globalia, grupo propietario de Air Europa, Juan José Hidalgo, aseguró este martes que la aerolínea sigue adelante con el pedido de aviones Boeing 787 Dreamliner pese a los problemas que tienen actualmente con sus baterías.
En una rueda de prensa celebrada en Madrid para explicar la situación de la compañía tras el fracaso de compra de Orizonia, Hidalgo explicó que confía en que Boeing cumpla y que los aviones lleguen a últimos de 2015, principios del 2016, tal y como estaba previsto.
“Espero que no se retrasen las entregas, creo que hay tiempo para subsanar el problema”, explicó Hidalgo quien añadió que “es un problema que tiene que solucionar Boeing”.
La compañía española ha encargado al fabricante aeronáutico un total de ocho aviones de este modelo, por un valor de 1.300 millones de dólares (unos 994 millones de euros), y con la opción a adquirir ocho más.
En todo caso, anunció que si hubiera retrasos Air Europa tendría que seguir operando más tiempo con los A330 de Airbus que utiliza ahora “que son una flota nueva y competitiva”.
A este respecto, y sobre el hecho de que Iberia esté recibiendo ahora este tipo de avión, declaró que “la flota moderna ahora de Iberia es la que nosotros llevamos operando hace diez años”.
Competir en las rutas de larga distancia
El 787 Dreamliner es una aeronave de gran capacidad, para transportar hasta 250 pasajeros en configuración de dos clases, con doble pasillo y con un alcance de hasta 15.200 kilómetros, “un avión ideal para Air Europa, cuyo objetivo es competir en las rutas de larga distancia”.
“El nuevo fuselaje del 787 Dreamliner permitirá ahorrar hasta un 20% de combustible a Air Europa, una compañía que se ha convertido en nuestro cliente favorito”, aseguró el vicepresidente de Ventas de Boeing, Todd Nelp, en su visita a la capital española.
Entre las novedades que incorpora este avión, destacan el sistema de estabilización, que ayuda a reducir significativamente las turbulencias, y el “gran ahorro” en mantenimiento, puesto que “estas aeronaves apenas tienen que pasar por los hangares”.
