Pintada en unos de los buses turísticos de Barcelona realizada por integrantes de Arran el pasado jueves.
El Ayuntamiento de Barcelona ha anunciado que investigará por qué se tardaron 24 horas en saber del ataque que se produjo a un bus turístico el jueves de la semana pasada en la avenida Joan XXIII, en la zona del Camp Nou, y que ha sido reivindicado por la organización juvenil anticapitalista Arran.
“Yo recibo la información del ataque el viernes a última hora de la mañana. Más o menos 24 horas después de que pasara. No lo considero normal e investigaremos por qué tardamos tanto”, ha explicado el concejal de Turismo del Ayuntamiento de Barcelona, Agustí Colom, en una entrevista de Rac1.
Ha indicado que el consistorio contará con toda la información relacionada con el ataque a principios de esta semana, y una vez la tenga procederá a poner la denuncia correspondiente.
“Será la policía y quien corresponda quienes deberán detectar a las personas que lo hicieron”, ha sostenido, y ha apuntado que el Ayuntamiento puso en conocimiento de la policía y la Guardia Urbana el incidente desde el primer minuto.
“No me consta que en periodos recientes haya habido ningún otro ataque de este tipo. Ahora bien, según TMB, sí que ha habido, en alguna manifestación, algún incidente con algún bus turístico”, ha precisado, y ha aseverado que se trata de un caso reprobable y condenable.
Más amenazas
También en una entrevista a Rac1, la portavoz de Arran, Laura Flores, no ha descartado nuevas acciones similares al ataque: “Nuestra política va más allá de estas acciones, pero también las incluye, por lo que no digo que ni que lo repetiremos ni que no. Actuaremos como creamos necesario en cada contexto”.
“Es una forma más de protesta, igual de legítima que las manifestaciones. Pone sobre la mesa que hacen falta muchas maneras de luchar contra el turismo masivo”, ha añadido Flores, que ha asegurado que la organización anticapitalista no prevé pagar los desperfectos ocasionados y que este tipo de acción no se enmarca en la violencia, sino en la autodefensa ante un turismo masivo.
