Los dos turistas británicos que fueron acusados de mentir acerca de haber sufrido una enfermedad durante sus vacaciones en Mallorca para extorsionar 52.000 libras (59.300 euros) han sido declarada culpables y entrarán finalmente en prisión.
Así, Deborah Briton ha sido sentenciada a nueve meses tras haber admitido cuatro cargos de fraude y su pareja Paul Roberts a 15 meses después de que Thomas Cook interpusiera una denuncia contra ellos.
Deborah Briton, de 53 años, y su compañero Paul Roberts, de 43 años, presentaron reclamaciones para ellos y sus dos hijos tras unas vacaciones en un todo incluido en Mallorca, donde alegaron que habían sufrido una intoxicación alimentaria.
Otra hija de esta pareja, Charlene Briton, de 30 años, presentó otra demanda similar para ella y su hija tras las vacaciones disfrutadas en 2016 en la isla balear, aunque finalmente la defensa ha retirado los cargos en su contra.
Incremento del 500%
Con esta sentencia, el gobierno inglés da un paso adelante para evitar los fraudes en las vacaciones de los británicos, después de que la ABTA (la asociación de agencias británicas, en sus siglas en inglés) haya registrado un aumento de un 500% en este tipo de estafas.
Un portavoz de Thomas Cook ha comentado que la sentencia muestra “lo serio que se ha vuelto el tema de las quejas por enfermedades fraudulentas”.
“Esperamos enviar un mensaje claro a los turistas que viajan fuera del Reino Unido para que sepan que mentir en el extranjero puede ser muy peligroso”, concluye el portavoz.