Alojamiento

Escarrer advierte que las tasas turísticas “han mermado nuestra competitividad”

El consejero delegado de Meliá admite su preocupación porque “Cataluña tarde mucho en recuperar el pulso que siempre ha tenido como motor turístico de España”

Publicada 23/11/2017

8:37 horas

 - Actualizada 23/11/2017

12:04 horas

Escarrer se congratula de que este año Meliá cerrará con una cartera de cerca de 100.000 habitaciones.

Escarrer se congratula de que este año Meliá cerrará con una cartera de cerca de 100.000 habitaciones.

El vicepresidente y consejero delegado de Meliá Hoteles International, Gabriel Escarrer, repasa en una entrevista concedida a la revista AGENTTRAVEL los planes del grupo hotelero y los retos a los que se enfrenta el sector turístico español.

Meliá terminó el ejercicio 2016 con 375 hoteles y 96.369 habitaciones en todo el mundo. ¿Con cuántos hoteles y habitaciones terminará la compañía este 2017?
Cerraremos el año con cerca de 100.000 habitaciones, gracias al impulso de nuestra expansión internacional, que este año ha sido especialmente notable en Asia Pacífico, donde habremos firmado al menos una decena de hoteles. Este año estamos además especialmente orgullosos de haber incorporado algunos hoteles emblemáticos en destinos de primer orden mundial, como el Meliá Iguazú o el Gran Meliá Ca’di Dio, una joya para la hotelería de lujo en el Gran Canal de Venecia.

¿Qué planes de consolidación tiene Meliá para el mercado español?
En España tenemos 145 hoteles, y por supuesto se trata de nuestro mercado más importante. Seguiremos incorporando hoteles estratégicos que ayuden a reforzar el posicionamiento de nuestras marcas, como el futuro ME Sitges, que abriremos a final de año. Sin embargo, en España nuestro objetivo fundamental es elevar el valor de nuestro porfolio existente. Por ello, en los últimos años llevamos invirtiendo más de 500 millones de euros en la renovación de todos nuestros hoteles, que es fundamental para recuperar y reforzar la competitividad del sector hotelero, especialmente en destinos maduros.

¿Han pensado en adquirir otras empresas o apuestan por continuar con su actual modelo de crecimiento?
Desde la crisis económica, uno de los mayores aciertos de nuestro grupo fue el de consolidar un modelo de crecimiento ‘asset light’, que nos ha permitido acelerar nuestra expansión sin realizar grandes esfuerzos de inversión, sino centrándonos en contratos de gestión hotelera, trabajando de la mano de importantes fondos de inversión internacionales y socios locales, que nos confían la gestión de sus hoteles. Bajo esta fórmula hemos logrado aumentar la velocidad de expansión y a su vez enfocarnos en reforzar nuestras competencias de gestión, convirtiéndonos en un partner cada vez más atractivo para inversores y propietarios.

¿Qué papel juegan las agencias de viajes en la estrategia de crecimiento de Meliá?

“Siempre hemos dicho que las agencias de viajes eran nuestros más queridos partners, nuestros ‘ángeles guardianes”

Siempre hemos dicho que las agencias de viajes eran nuestros más queridos partners, nuestros ‘ángeles guardianes’. Hoy, las agencias también han evolucionado y se han puesto en muchos casos a la vanguardia del negocio digital, y de este modo, continúan siendo un colaborador esencial para nosotros, que hoy en día tenemos que compaginar con los llamados “canales directos de venta”. Para mejorar nuestra relación, hemos lanzado el portal de reservas para agentes de viajes, MeliaPro, así como el programa MeliaPro Rewards para premiar su fidelidad. Las ventas experimentadas a través de MeliaPro crecieron en lo que llevamos de año en torno a un 20%, lo cual demuestra que esta relación es hoy muy sólida.

¿Cómo calificaría la situación actual del mercado hotelero español?
Diría que, en términos generales, se ha sabido aprovechar la favorable coyuntura para invertir, actualizarse y mejorar la calidad de la oferta, aunque hay algunas excepciones o “islotes” en este nuevo modelo, coincidentes con algunos de los núcleos turísticos llamados “pioneros” donde la única alternativa para reconvertirse es una actuación transversal y de colaboración público-privada, y más ambiciosa. Gracias a ello, nuestro sector estará mejor preparado para resistir a un cambio en la coyuntura, que podríamos comenzar a notar en breve.

¿Cuál cree que sigue siendo la asignatura pendiente del turismo español?

“Nuestro sector hotelero está mejor preparado para resistir un cambio en la coyuntura, que podríamos comenzar a notar en breve”

En primer lugar, sin duda, la acusada estacionalidad: es cierto que el turismo vacacional de sol y playa es prioritario en nuestro país, pero también lo es que, siendo el segundo país europeo por patrimonio histórico y una potencia gastronómica, nuestra oferta debería mantenerse pujante y más equilibrada a lo largo de, al menos, nueve meses del año, y no cinco o seis como en muchos destinos actualmente. Ello precisa de un abordaje transversal, público-privado y multidisciplinar.

¿Está conforme con las regulaciones que se están aprobando en las administraciones locales y autonómicas?
La regulación no sirve de nada si no se aplica, y no se controla. En muchas Comunidades había leyes que desde hace años prohibían el alquiler vacacional en viviendas plurifamiliares y, a pesar de ello, éste ha proliferado muchísimo, pues no hay solución hasta que las ciudades se conciencian y toman medidas.

Nuestra posición es que el alquiler vacacional es una oferta que debe existir (siempre ha existido) y que tiene demanda, pero debe someterse al mismo nivel de regulación y cumplimiento que las otras modalidades de oferta, pues lo contrario causa desequilibrios en las ciudades, inseguridad jurídica y ciudadana, y una grave falta de equidad respecto a la oferta llamada ‘reglada’.

¿Ha tenido ya consecuencias para el turismo el incremento de la presión fiscal?

“No se nos cuida lo suficiente en España, en un ámbito en donde destacamos siempre por estar entre los tres primeros destinos”

En el contexto de demanda “prestada” de los últimos años, algunas Administraciones como la balear han aprovechado para redoblar los impuestos al turismo, creando una nueva tasa supuestamente ‘ecológica’ o destinada a compensar sus externalidades.
Aunque el mercado ha resistido, estas prácticas han mermado nuestra competitividad, y en cuanto la coyuntura varíe, nos acordaremos de la tasa turística que, sin duda, encarece nuestro producto y podría hacer que muchos turoperadores, muy sensibles al precio –especialmente en un contexto como el Brexit de devaluación de la libra– elijan otros destinos más competitivos y ya ‘recuperados’. No es lo mismo una tasa en una ciudad-destino, como París, Roma o Barcelona, que la gente asume porque ha elegido visitar ese destino por su singularidad, que un destino vacacional, porque hay muchos destinos idílicos de sol y playa en el mundo.

¿Cómo cree que trata España a su sector turístico?
No se nos cuida lo suficiente: en un ámbito en que destacamos por estar siempre entre los tres primeros destinos turísticos del mundo, no tenemos ni un Ministerio propio; yo siempre pongo como ejemplo a México por su excelente planificación y ordenación turística, en un país que tiene múltiples problemáticas, y que sin embargo, cuida a su turismo como el contribuidor económico y de empleos que es.    

Por último, ¿le está afectando el conflicto catalán a sus hoteles en Cataluña?  
Todos los sectores económicos se están resintiendo, pues la falta de confianza es el peor enemigo de la inversión y del consumo. Más aún si existe una percepción de falta de seguridad física y ciudadana. En particular, el turismo ha sufrido un impacto muy importante, pues la publicidad que se ha hecho de los disturbios en la calle, sumada al terrible atentado de este mes de agosto, han perjudicado de manera significativa al turismo privado, pero especialmente a un segmento como el turismo de congresos, donde Barcelona y toda Cataluña ha sido siempre súper-competitiva. Creo que los promotores de todo esto, entre otros muchos errores, no calibraron las consecuencias que tendría esta incertidumbre para su economía, y me preocupa que Cataluña tarde mucho en recuperar el pulso que siempre ha tenido como motor turístico de España.  

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2 COMENTARIOS

Pepe

23/11/2017 | 10:11 horas

#2

cuando dejen de venir los turistas nos acordaremos de las tasas que tanto daño hacen a la imagen de nuestro turismo y al bolsillo de los turistas

Jaume Cuscó

23/11/2017 | 10:07 horas

#1

Si alguien no viene a Ibiza por no pagar un euro más al día... mejor que no venga.

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