La aerolínea Qantas realizó el primer vuelo directo entre Reino Unido y Australia en un viaje de casi 15.000 kilómetros que realizó en poco más de 17 horas, que convierte a la compañía australiana en el operador del primer vuelo de ultra largo alcance al conectar Perth con la capital británica.
Hasta ahora la ruta más larga operada por un avión comercial era de 14.535 kilómetros que gestiona Qatar Airways entre Doha (Qatar) y Auckland (Nueva Zelanda); seguida de los 14.193 kilómetros de distancia entre Dubái y la misma ciudad neozelandesa, que opera Emirates.
La nave elegida por Qantas para este vuelo histórico fue el avión 787-9 Dreamliner, que transportó a más de 200 pasajeros acompañados de 16 miembros de la tripulación, según informó la compañía en su página web.
El vuelo reduce el tiempo total de viaje al eliminar las escalas y aprovechar los vientos más favorables sin tener que tener en cuenta un punto medio en el Medio Oriente o Asia al elegir una ruta de vuelo.
Hito en la aviación
El consejero delegado de Qantas Group, Alan Joyce, que fue uno de los pasajeros en el vuelo inaugural, lo describió como el mayor hito para Australia y para la aviación mundial.
“La respuesta al vuelo ha sido sorprendente, tanto por la atención que ha recibido desde que lo anunciamos como por las reservas realizadas. Es genial para el turismo australiano, para los viajeros de negocios y para las personas que visitan a amigos y familiares en ambos lados del mundo”, explicó el directivo.
Alrededor de 730.000 turistas británicos visitan Australia cada año, por lo que desde la aerolínea esperan que la nueva conexión favorezca la llegada de turistas a la isla. Antes de este nuevo vuelo, el viaje más largo hacia Reino Unido era entre Heathrow y Jakarta, cubriendo una distancia de 11.000 kilómetros.
Qantas ya anunció hace un año que estaba trabajando en la posibilidad de operar vuelos directos desde el este de la costa australiana a Londres y Nueva York, unas rutas hasta ahora imposibles de realizar sin escalas pero que estarían disponibles en 2022 si la nueva generación de aeronaves que preparan Boeing y Airbus así lo permiten.
La australiana ha espoleado a los dos grandes fabricantes aeronáuticos, Airbus y Boeing, para que los aviones de nueva generación que están desarrollando –A350ULR y el Boeing 777X–, tengan capacidad suficiente para hacer posible un trayecto sin escalas y con toda la carga de pasajeros de esta envergadura.