Aceta asegura que en lo que llevamos de año se contabilizan 26 días de huelgas intermitentes en diferentes países europeos, 5.000 vuelos cancelados y millones de pasajeros afectados.
La Asociación de Compañías Española de Transporte Aéreo (Aceta) ha mostrado en un comunicado la preocupación que le causa el aumento de huelgas de controladores aéreos que se está registrando en Europa y ha advertidos de la situación caótica que podría generarse de cara al verano si persisten estos paros, especialmente si los trabajadores de Barcelona deciden ir a la huelga en julio.
Aceta afirma que en lo que llevamos de año se contablizan 26 días de huelgas intermintentes en diferentes países europeos –especialmente en Francia, con un 300% más que en 2017–, lo que supone 5.000 vuelos cancelados y millones de pasajeros afectados.
“Los efectos de las huelgas están siendo devastadores para los viajeros, la actividad turística y la economía en Europa, así como, por supuesto, para las compañías aéreas y la situación se está agravando”, explica la asociación.
Al hilo de lo anterior, Aceta cita un informe Eurocontrol correspondiente al mes de mayo, que refleja un empeoramiento en las incidencias en el tráfico aéreo respecto a abril, con un incremento en la acumulación de retrasos en los vuelos de hasta un 124%, un 176,5% más que hace un año.
Impacto en la cuenta de resultados
Para Aceta, las consecuencias de las incidencias “tienen un impacto directo en la cuenta de resultados de las compañías aéreas porque en muchos casos se ven obligadas a sortear espacio aéreo en huelga” lo que produce trayectos más largos, mayor consumo de combustible e incluso “un impacto negativo en el medio ambiente, pues se traduce en más emisiones de CO2”.
El preocupante aumento de regulaciones e incremento de esperas en vuelo y en tierra como consecuencia de estos paros tiene un impacto directo en la cuenta de resultados de las compañías aéreas.
Por ello, la asociación, que asegura que “respeta el derecho fundamental a la huelga” reclama que se “garantice también el derecho fundamental a la libertad de circulación” y exige a la Unión Europea que “adopte medidas que garanticen la continuidad de los servicios de control
Período mínimo de notificación
Entre las medidas que propone Aceta para evitar las incidencias, se encuentra la ampliación del período mínimo de notificación de seguimiento de huelga en el control aéreo –21 días– con el fin de mitigar el impacto de las mismas en la gestión del tráfico aéreo.
La asociación también señala en el comunicado la necesidad de que las instancias europeas “habiliten procedimientos de arbitraje que minimicen la conflictividad laboral y contribuyan a reducir posibles convocatorias de huelgas en el control del espacio aéreo”.
Para terminar, Aceta defiende que se garantice el sobrevuelo en aquellos países donde los controladores aéreos cesen su actividad, así como avanzar en la en la liberalización de los centros de control, acelerar la consecución del Cielo Único Europeo y la disminución de centros de control en Europa en línea de homogeneizar el número de estos a un esquema como el de Estados Unidos”.
