Tras 12 horas cerrado, las autoridades de Indonesia ordenaron el mismo viernes la reapertura del aeropuerto de Bali Ngurah Rai, una de las terminales internacionales más concurridas del país, debido a la erupción del monte Agung, que ya expulsó lava a finales de 2017.
El volcán ha expulsado una nube de cenizas de unos 2.000 metros de altura, según han explicado fuentes gubernamentales al diario local Jakarta Post.
El cierre del aeropuerto se prolongó desde las 3:00 horas (hora local) hasta las 15:00 horas del viernes. La decisión ha sido tomada después de que un piloto detectara una nube volcánica a una gran altura. El cambio en la dirección del viento permitió que se reanudaran los vuelos.
La erupción ha provocado la cancelación de 48 vuelos desde el jueves, incluido aquellos operados por la compañía malasia AirAsia y la australiana JetStar. La situación ha afectado al menos a 8.000 personas.