Dos relaciones, la de los ciudadanos y los turistas; y la de la Comunidad de Madrid con el Ayuntamiento, han centrado el debate electoral entre políticos de la región madrileña. Los pisos turísticos y la turismofobia han ocupado una parte sustancial de las intervenciones de los seis candidatos; tan solo se han puesto de acuerdo en la necesidad de regulación de las viviendas de uso turístico.
A la cita organizada este jueves por la Unión Empresarial por la Promoción Turística de Madrid en el Ateneo de Madrid, y que ha contado con la moderación del portavoz de la asociación, Vicente Pizcueta, han asistido la actual directora de Turismo de la Comunidad de Madrid, Laura Blanco, del PP; Carlos Morales, del PSOE; Rodrigo Irurzun, de Podemos; Ricardo Megías, de Ciudadanos; José Antonio Masía, de Más Madrid; y Rubén Gallardo, de Vox.
Uno de los partidarios de una regulación más restrictiva, ha sido José Antonio Masía. El representante de Más Madrid, cuya ambición por presentar un exceso de propuestas en cada breve intervención de dos minutos le ha penalizado durante el debate, ha utilizado una cita de la Organización Mundial del Turismo para reclamar una “relación justa entre el turista y la comunidad”; algo que, en su opinión, puede lograrse a través del establecimiento “de límites de techo turístico”.
“Es necesario un equilibrio entre la vida social y el derecho de las empresas de generar su actividad económica”, Carlos Morales
También Carlos Morales ha sostenido que “la vivienda turística es un problema”. El representante del PSOE –muy combativo durante todo el debate– ha explicado que “es necesario un equilibro entre la vida social y el derecho de las empresas de generar su actividad económica”.
Ricardo Megías ha lanzado varios guiños a estas últimas durante sus intervenciones. “Se habla de precariedad de empleo, pero nadie pregunta a los empresarios cómo llegan a fin de mes”, ha lamentado. En cuanto a las viviendas turísticas, el diputado de Ciudadanos ha optado por una solución más didáctica relacionada con el lanzamiento de “una campaña informativa y de concienciación para propietarios y residentes para que el turista sepa a qué se atiene”.
Desde el Partido Popular, Blanco ha puesto de manifiesto “la necesidad de impulsar la percepción en positivo del turismo”, mientras aprovechaba para criticar tímidamente que otros partidos “avalen la turismofobia”.
Blanco aludía, por ejemplo, a declaraciones como las del coordinador general de la Alcaldía del Ayuntamiento de Madrid, Luis Cueto, que calificó –hace años– de “idiotas” a los propietarios que alquilaban sus viviendas en plataformas turísticas.
Al contrario que Cueto, Rubén Gallardo ha apostado por regular las viviendas turísticas “sin poner puertas al campo”, –también “hay mucho particular al que le ha venido muy bien”, ha remachado–, mientras pintaba un catastrofista paisaje madrileño de “manteros, lateros y venta de bocadillos” que, para él, perjudica a la imagen de la ciudad y resulta “injusto” para el comercio.
La gestión del PP, a debate
La relación entre el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid ha atravesado buena parte de las intervenciones de los políticos, que, además, han aprovechado para afear a los populares la falta de presupuesto para promoción turística –16 millones, la penúltima comunidad en gasto per cápita–. Las críticas a la eficiencia de la gestión de la región madrileña han sido también habituales, pero no ha existido demasiada concreción a la hora de plantear alternativas.
Entre las medidas propuestas por los partidos, algunas poco específicas como la cacareada colaboración público privada y otras, un tanto dislocadas como la idea del representante de Vox de promocionar el turismo de caza para acabar con “la superpoblación de buitre, lobo y cabra montesa” en la sierra de Madrid.
Carlos López ha acusado al PP y Ciudadanos de generar “una política de despilfarro insostenible” que ha hecho que la deuda haya ascendido en cuatro años de “25.000 a 33.000 millones”. “Es lesivo que un político esté más de ocho años en un cargo porque cunde la relajación y el clientelismo”, ha sentenciado.
Rubén Gallardo, por su parte, ha sido aún más contundente al definir la relación entre el Ayuntamiento y la Comunidad como “una lucha cruel, sangrienta y poco productiva que debe evitarse porque ha frenado el desarrollo” y ha calificado el presupuesto de la CAM para promoción como “lamentable”.
Laura Blanco, a la que le ha faltado cierta contundencia a la hora de defenderse, ha concretado que el presupuesto en promoción turística “ha aumentado en un 186% en los últimos cuatro años”, mientras negaba que la relación entre administraciones no sea fluida. “Colaboramos con Turespaña, el Ayuntamiento y el Madrid Convention Bureau”, ha enumerado.
En este punto, Blanco ha contado con el apoyo de Megías, en un debate cuyo formato no permitía demasiadas complicidades ni confrontaciones, que tras un leve tirón de orejas relacionado “con la necesidad de revisión de la Ley de Ordenación Turismo”, ha sacado pecho por haber “conseguido incrementar los presupuestos con el PP más de un 80%”.
“No solo se debe invertir en promoción turística, sino también en regiones periféricas, en energías renovables y movilidad”, Rodrigo Irurzun
La sostenibilidad ha servido también a Rodrigo Irurzun para centrar una de sus intervenciones en un debate que ha durado poco más de una hora y en el que también han tenido voz, a la hora de plantear las preguntas, representantes de la noche madrileña, los taxis, los campings y las pymes hoteleras. “No solo se debe invertir en promoción turística, sino también en regiones periféricas, en energías renovables y movilidad porque son elementos que incitan, atraen e inciden en el sector”, ha concluido el representante de Podemos.