“Nos sentimos descorazonados”. Es la sensación que prevalece hoy entre los empresarios turísticos españoles ante el tratamiento que le ha dado el Gobierno al sector, según confesó ayer el vicepresidente ejecutivo de Exceltur, José Luis Zoreda. Más aún después de la última decisión del Ejecutivo, la subida del IVA del 8 al 10%, que tendrá “un impacto considerable” en la actividad. Por ello, Zoreda reclamó que se retrase su entrada en vigor hasta principios de octubre, después de la temporada de verano, aunque “lo ideal” sería que se posponga hasta el 1 de enero de 2013.
En una concurrida rueda de prensa, Zoreda precisó que si se hiciera efectivo el nuevo gravamen desde mañana, sábado, los empresarios turísticos ya tendrían que asumir unas pérdidas de 103 millones de euros por el 35% de los paquete turísticos ya pagados por los viajeros, a los que no se le puede aplicar ningún recargo.
Ante esta subida de impuestos, Exceltur ha corregido sus previsiones para final de año, que preveían una caída del 0,6% en la actividad turística, y ahora vaticina que se contraiga hasta un 1,5%.
Zoreda lamentó el trato dado al turismo por parte del Ejecutivo cuando se trata del único sector generador de empleo, la primera industria exportadora del país y el principal generador de divisas. “Vemos más sensibilidad en la oposición, en concreto en CiU, que en el propio Gobierno”, confesó.
Advirtió que por este incremento impositivo, España dejará de facturar 670 millones de euros de divisas de aquí a final de año.
El vicepresidente de Exceltur también recordó que además del aumento del IVA, el sector turístico tendrá que asumir una “desorbitada” subida de las tasas aeroportuarias y, en comunidades como Cataluña, una nueva tasa turística, que empezará a aplicarse a partir del 1 de noviembre.
“Estamos llegando muy cerca, si no se ha traspasado ya, del límite de resistencia del sector”, alertó antes los medios.
Cae también la demanda extranjera
Todas estas medidas se han tomado en un escenario caracterizado, según Zoreda, por la “desaceleración” y la caída de la demanda interna, que “no tiene visos de recuperarse”, a lo que se suma el descenso del turismo internacional por la recuperación de competidores como Túnez.
Por este motivo, los destinos que peor lo pasarán este verano son los de interior y del cantábrico, que dependen en mayor medida del turista español. En cambio, Baleares será el que mejor comportamiento tendrá.
Y dentro de los distintos subsectores, son las agencias de viajes “las que más han sufrido” durante el segundo trimestre, precisamente “por la debilidad de la demanda española”. Según los datos de la encuesta de Exceltur, desgranados por el responsable de Estudios e Investigación, Óscar Perelli, el 95,5% de las empresas de agencias han experimentado “caídas de carácter moderado” en este periodo.
De cualquier manera, los malos datos son generalizados ya que, según esta encuesta, el 67% de los empresarios turísticos prevé que la facturación disminuya y un 46% verá caer sus resultados este año.
De los pocos datos positivos destacados por Exceltur, el más reseñable es el comportamiento del turismo ruso, que ha incrementado sus pernoctaciones un 39,4% en los cinco primeros meses del año, con la particularidad de que es un turista con gran capacidad de gasto.