La compañía Iberia Express establecerá cinco conexiones diarias entre el aeropuerto de Lavacolla y Madrid a partir del próximo junio, según informó el pasado lunes el director general de Comercial y Clientes de Iberia, Manuel López Aguilar, tras una reunión con el alcalde de Santiago, Gerardo Conde Roa.
López Aguilar ha asegurado que se trata de un programa estabilizado que también incrementará en un 4% el número de plazas ofertadas por avión. Ha añadido que, cuando la compañía “tenga un tamaño importante”, podría incrementar un vuelo diario más entre Lavacolla y Madrid.
En lo referente a las tarifas, el directivo de la compañía ha asegurado que serán “más asequibles de los que ya son las tarifas de Iberia”, aunque no ha querido aclarar una cantidad en concreto. Además, López Aguilar ha advertido que la rebaja en los precios “no implicará” una peor calidad del servicio.
Por su parte, Conde Roa ha asegurado que el acuerdo con Iberia representa una “muy buena noticia” para Santiago y ha recordado la importancia de que a Lavacolla acudan “compañías serias” que “prestigien” al aeropuerto.
“Hemos hablado de la promoción turística de Santiago e Iberia ha comprometido su colaboración, incluso, para plantear la apertura de nuevos destinos desde la capital gallego en el futuro”, ha apuntado.
Sin ayudas públicas
Conde Roa ha asegurado también que el gobierno municipal no trabaja “con la presión de la subvención” para acordar vuelos con las compañías. “Nuestro criterio es el de establecer acuerdos con las compañías para que creen líneas aéreas sin ayudas públicas”, ha explicado.
“Nosotros no jugamos al corto plazo y no queremos gastar dinero de los ciudadanos en subvencionar a las compañías aéreas. Eso es pan para hoy y hambre para mañana porque dentro de un año pedirán un 50% más y convertirán a esta administración en su rehén”, ha aclarado.
En este sentido, Conde Roa ha informado de que el ayuntamiento está manteniendo “contactos importantes” con otras compañías pero, ha aclarado, “sin ir con el cheque por delante”, algo que, según ha indicado, también defienden las propias compañías aéreas.