Los representantes del sector turístico alemán han criticado duramente la decisión del Gobierno entrante, formado por los cristiano-demócratas de la canciller Angela Merkel y los socialdemócratas, de mantener la polémica tasa aérea, a pesar de su compromiso ‘no oficial’ de suprimirlas.
El impuesto, que recauda aproximadamente 1.000 millones de euros al año, ha elevado los precios de los billetes y ha obligado a los viajeros alemanes cercanos a las áreas fronterizas a volar desde aeropuertos extranjeros. La tasa ha sido criticada desde que la canciller la anunciara hace tres años.
El director de Condor y presidente la Asociación de Líneas Aéreas de Alemania (BDF), Ralf Teckentrup, criticó, durante la conferencia anual de la Federación de la Industria Alemana, la decisión del nuevo Ejecutivo, que calificó de “un insulto a la industria”.
Por su parte, Klaus-Peter Siegloch, presidente de la Asociación de la Industria de Aviación alemana (BDL), afirmó que con esta decisión, el Gobierno le está negando “una oportunidad de crecimiento futuro al sector”.
Ralp Beisel, director de la Asociación Alemana de Aeropuertos (ADV), afirmó que “los políticos alemanes no pueden estar interesados en que los viajeros alemanes vayan a los aeropuertos extranjeros cercanos”.
Además, reiteró que “la supresión del impuesto de la aviación debe permanecer en la agenda del gobierno”.
Por último, Jürgen Buchy, presidente de la Asociación de Viajes de Alemania (DRV), coincidió con las demás patronales de la industria turística germana y criticó el mantenimiento del impuesto ya que con ello “no se reconoce la importancia del turismo emisor”.