Las sanciones europeas a Rusia en materia de visados son como represalia por la invasión de Crimea.
El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García Margallo, ha admitido este miércoles que las sanciones europeas a Rusia en materia de visados como represalia por la invasión de Crimea es una medida que “viene mal” a España, que recibe 1,5 millones de visitantes rusos al año y es uno de los mercados emisores con mayor crecimiento.
En una entrevista en la ‘Cope’, Margallo ha reconocido no obstante que las sanciones decididas hasta la fecha por la UE son “muy pocas” para la violación de la integridad territorial de Ucrania cometida por parte de Rusia.
Además de suspender las negociaciones en marcha con Rusia para la supresión de visados, la UE también ha decidido paralizar las conversaciones con Moscú sobre un nuevo acuerdo bilateral además de otras “medidas selectivas”.
Aunque apenas faltan cuatro días para el referéndum convocado el domingo en Crimea que previsiblemente decidirá la anexión de este territorio a Rusia, el ministro ha considerado todavía “posible” evitar este escenario.
García-Margallo ha dejado claro que la comunidad internacional no reconocerá el resultado de esa consulta, porque es “ilegal” y por lo tanto nula y sin efectos jurídicos porque viola la legislación internacional y la Constitución interna de Ucrania.
“Un referéndum contrario a la Constitución interna de un país no puede ser reconocido por la comunidad internacional”, ha señalado queriendo establecer un paralelismo con Cataluña.
Continuando en esta línea, ha señalado que cualquier actuación que emprendan las autoridades de la República autónoma de Crimea (sur de Ucrania) deben estar dentro del “marco de la Constitución” de Ucrania. Y esto lo han reconocido “todos los países del mundo”, ha remarcado. “El tema de la integridad territorial no es una originalidad de España”, ha apuntado.
Dicho esto, el ministro ha reconocido que la UE cometió un error al presentar el acuerdo de asociación con Ucrania como “excluyente” de la Unión Euroasiática promovida por Rusia, cuando ambas iniciativas pueden ser “compatibles” como lo son los acuerdos que México tiene con EE UU y Canadá, por un lado, y con la UE, por el otro.
El ministro ha abogado una vez más por que la UE y Rusia pasen de la lógica de la confrontación a la cooperación porque, entre otras cosas, los grandes conflictos que afronta la comunidad internacional, como la guerra en Siria o el conflicto de oriente Próximo, no podrán solucionarse sin la participación de Rusia.
