Alojamiento

Airbnb generó en Barcelona un impacto económico de 740 millones en 2015

Pide a la Generalitat poder operar del mismo modo que lo hace en otras ciudades europeas, donde recauda la tasa turística

Publicada 17/03/2016

8:50 horas

 - Actualizada 17/03/2016

9:44 horas

Los turistas alojados en establecimientos anunciados en Airbnb en Barcelona se dejaron en comercios y servicios 500 millones.

Los turistas alojados en establecimientos anunciados en Airbnb en Barcelona se dejaron en comercios y servicios 500 millones.

La plataforma de ‘homesharing’ Airbnb generó en Barcelona un impacto económico de 740 millones de euros en 2015, frente a los 128 de 2013, de los que 500 millones corresponden a los que el turista, alojado en alguno de sus establecimientos anunciados, dejó en comercios y servicios de la capital, mientras que los 240 restantes corresponden, principalmente, al pago de las tarifas que el huésped paga a su anfitrión.

Así lo han explicado este miércoles en rueda de prensa el director general de Airbnb Marketing Services España, Arnaldo Muñoz, y el director Global de Asuntos Públicos, Chris Lehane, que han pedido a la Generalitat que regule este tipo de actividad para que puedan operar del mismo modo que lo hacen en otras ciudades europeas, como Londres y París, donde la plataforma recauda la tasa turística.

Los anfitriones de Airbnb, que han pasado de 4.000 en 2013 a 9.200 el año pasado y que tienen una media de edad de 30 a 50 años, alquilan sus espacios disponibles durante una media de 58 días anuales –unos cinco por mes–, y por ello reciben un ingreso medio de 5.100 euros al año, lo que Muñoz ha defendido que es un complemento para sus rentas y que les ayuda a pagar gastos de la vivienda, por ejemplo.

La plataforma cuenta con 16.000 anuncios en Barcelona: el 54% son anfitriones que ofrecen toda su casa y el 46% restante solo alquila alguna habitación; el 73% de los anfitriones anuncian un solo espacio, mientras que los que comparten la casa entera y anuncian un solo espacio ascienden al 78%.

Turismo “responsable”

Muñoz ha defendido que el huésped de Airbnb es un turista “responsable” con una media de edad de 34 años y que cada vez más quiere vivir la ciudad como lo hace un barcelonés, por lo que la capacidad de atracción de barrios como el de Ciutat Vella, típicamente turístico, se ha ido difuminando a favor de otros de la capital catalana.

En concreto, los huéspedes que escogen Ciutat Vella para alojarse han pasado del 86% en 2009 al 36% en 2015, y los anfitriones han pasado del 37% al 25% en el mismo periodo de tiempo, a la vez que los anuncios han descendido desde el 40% al 23% en esta zona, y las reservas, cuya media es de 2,6 personas y para 4,4 días en Barcelona, han caído desde el 80% al 31%.

Barcelona es la cuarta ciudad para Airbnb, por detrás de París, Londres y Nueva York, y si la plataforma hospedó a 277.000 viajeros en 2013, esta cifra se duplicó en 2014, alcanzando los 562.658, y el año pasado se situó en los 889.000, mientras que los barceloneses que han escogido Airbnb para visitar otros destinos fueron 55.000 en 2013, 116.000 en 2014 y 217.000 en 2015.

Por origen, el 70% de los huéspedes de Airbnb que visitan la capital catalana procede de países europeos, un 17% de Estados Unidos –una cifra que se dobla durante grandes acontecimientos, como el Mobile World Congress–, un 5% de Asia, un 4% de América Latina, un 3% de Australia y un 1% de África y Oriente Medio.

Normativa catalana

Desde Airbnb, que este mes cumple cuatro años con oficinas en Barcelona, han reclamado una normativa catalana similar a la de Perpignan, París, Ámsterdam y Lisboa, que reconozca el ‘homesharing’ como una actividad económica entre particulares, ya que han lamentado que el marco regulatorio actual esté pensado “exclusivamente” para profesionales.

“Queremos una definición de ‘homesharing’ como actividad no profesional que consiste en alojar viajeros en la residencia permanente de un particular”, han pedido desde la plataforma, que también recoge anuncios de pisos turísticos y profesionales y que no cuantifica los pisos que disponen de licencia por el momento.

En cuanto al contencioso abierto con la Generalitat, Muñoz ha dicho que la voluntad es “solventarlo” y abordar, también junto con el Ayuntamiento de Barcelona, la regulación de la economía colaborativa y de nuevos modelos de alojamiento.

Preguntados por las cargas fiscales, han defendido que Airbnb envía a los anfitriones un recordatorio de que debe asumirlas y de lo que han ingresado alojando a huéspedes, y han defendido la transparencia de la plataforma, ya que los pagos se realizan siempre a través de transferencia bancaria.

@ NOTICIAS RELACIONADAS
# TAGS

Queremos tu opinión

Quiero recibir avisos de comentarios de esta noticia
Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios y obtener datos estadísticos de la navegación de nuestros usuarios. Si aceptas o continúas navegando, consideramos que aceptas su uso. Puedes cambiar la configuración u obtener más información aquí   Aceptar