El Juzgado de lo Mercantil número 2 de Madrid celebra este miércoles la vista del juicio sobre la demanda que la patronal de empresas de transporte en autobús Confebus interpuso contra BlaBlaCar, la red social que conecta personas que quieren compartir viaje en coche, por supuesta competencia desleal.
Así, se trata de la primera ocasión en que un juez analizará a fondo y se pronunciará sobre la economía colaborativa. Hasta ahora, los tribunales sólo se han pronunciado sobre la petición de cierre solicitada como medida cautelar contra Uber, Cabify y la propia BlaBlaCar en las demandas que, desde distintos colectivos (taxistas y empresas de autobús), han presentado contra estas plataformas que facilitan transporte por Internet.
Tan sólo en el caso de Uber el juez decretó en diciembre de 2014 el cierre de su negocio de coches con conductor en España. Por contra, otro juzgado rechazó el cierre de Cabify un año después, en noviembre de 2015.
Respecto a BlaBlaCar, el mismo juez que clausuró Uber, Andrés Sánchez Magro, rechazó en febrero de este año las cautelares que las empresas de autobús solicitaron pidiendo el cierre de esta web. Ahora, este magistrado será el primero en analizar a fondo un conflicto planteado respecto a la economía colaborativa. Una vez que mañana se celebre la vista, tendrá todo el tiempo que estime conveniente para deliberar su fallo.
BlaBlaCar ya ha anunciado que, dado su compromiso con España y su voluntad de seguir operando en el país, agotará todas las instancias legales en caso de que la sentencia fuera contraria, según avanzó el máximo responsable de la web en España, Jaime Rodríguez.
La red social, con sede en Francia y que este año celebra su décimo aniversario, está presente en 22 países en los que suma 25 millones de usuarios. En España, único país en el que se les ha denunciado, opera desde 2010. Según sus datos, suma 2,5 millones de usuarios, registra un crecimiento del 12% y el pasado año logró el equilibrio en sus cuentas.
Solo dos usuarios con beneficios
El juicio sobre si BlaBlaCar constituye una supuesta competencia desleal al autobús arrancará un año después de que en mayo de 2015 Confebús presentara su denuncia contra la web. BlaBlaCar defiende que no es una empresa de transporte, sino una red social que facilita la conexión entre particulares interesados en compartir un viaje en coche.
Asimismo, asegura que sus usuarios no obtienen beneficio alguno al compartir su vehículo en un trayecto, y que incluso la web cuenta con mecanismos para evitar el lucro, dado que expulsa a los usuarios que persiguen una ganancia.
En este sentido indica que, según un estudio realizado a sus usuarios en España, sólo dos de ellos obtuvieron un beneficio de 2 y 3 euros, respectivamente. BlaBlaCar, limita además al 0,3% su impacto en el negocio del autobús, porcentaje que todos sus usuarios representan respecto al número de viajeros de este modo de transporte.
La compañía acudirá al juicio con varios usuarios de su web para que declaren como testigos. Además aportará los informes que encargó a Roland Berger y Compass LexEcon, como expertos independientes, que constatan que los usuarios de la red no logran un beneficio y no restan usuarios al autobús.