El Gobierno de Australia prohibirá subir el monolito rojo Uluru a partir de 2019 después de que la dirección del parque nacional Uluru-Kata Tjuta haya tomado la decisión de forma unánime tras realizar consultas con la comunidad Anangu.
La decisión la han tomado los ocho propietarios tradicionales y tres representantes del órgano gestor de parques muchos años después de que las comunidades indígenas pidieran en 1985 que se restringiera el acceso a la cima de la roca.
El monte Uluru, conocido anteriormente como Ayers Rock, es un lugar sagrado aborigen que tiene gran valor espiritual para los Anangu y está situado en el desierto australiano.
El monolito sagrado tiene 600 millones de años, tiene nueve kilómetros de perímetro, mide 346 metros de altura y fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1987.
El acuerdo se hará efectivo a partir del 26 de octubre de 2019, fecha que coincide con el 34 aniversario de la devolución de la roca a sus propietarios tradicionales.
“No es una zona de recreo”
Sammy Wilson, uno de los propietarios, ha asegurado en declaraciones a ABC que se trata de un “lugar extremadamente importante, no una zona de recreo o un parque temático del tipo Disneyland”.
“Hemos hablado sobre ello durante mucho tiempo y por fin podemos cerrar el monte. Esta decisión es para que se sientan orgullosos tanto los integrantes de los Anangu como los que no lo son: para que se den cuenta de que es la decisión correcta”, añadió el propietario.
Wilson, también ha querido dejar claro que “los turistas son bienvenidos” pero ha remarcado la necesidad de que se respete la prohibición de subir al monte sagrado.
"El Gobierno tiene que respetar lo que decimos sobre nuestra cultura de la misma manera que espera que nosotros acatemos las leyes", concluyó Wilson.