El Plan de Intervención de Ámbitos Turísticos del Consell de Mallorca (PIAT) fija un techo de 430.000 plazas turísticas, de las que 315.000 son hoteleras y 115.000 para viviendas vacacionales, y establece una densidad máxima de turistas por hectárea de suelo urbano o urbanizable.
Se trata de algunas de las novedades del plan que ha sido presentado esta mañana por el presidente del Consell de Mallorca, Miquel Ensenyat, en una rueda de prensa acompañado de la consellera de Territorio e Infraestructuras, Mercedes Garrido, el conseller de Economía, Cosme Bonet, y el director insular de Territorio, Miquel Vadell.
Se crearán dos bolsas de plazas, 15.000 para hoteles y establecimientos turísticos y 28.000 para viviendas vacacionales, a las que habrá que restar las plazas dadas entre la aprobación inicial y la definitiva del PIAT, y añadir las que se hayan dado de baja y se puedan reincorporar según la Ley turística.
Igualmente, con la aprobación inicial del PIAT se aplicará un régimen de suspensión de licencias en el que sólo se autorizarán hasta 20.000 nuevas plazas de viviendas vacacionales y 10.000 plazas hoteleras. De este modo, cuando se llegue a este límite, las siguientes quedarán suspendidas hasta la aprobación definitiva del PIAT, con un máximo de dos años.
Por otra parte, el PIAT establecerá una densidad máxima de plazas por hectárea que el resto de planeamientos tendrán que respetar.
Las densidades máximas para zonas turísticas van desde 120 plazas por hectárea de suelo urbano o urbanizable (grandes zonas como Alcúdia y Cala Millor) a 45 en zonas medias (Portopetro o Port de Pollença) y 30 en pequeñas zonas como Camp de Mar o Canyamel.
En caso de zonas residenciales de primera residencia (Como Felanitx o Campos) es de seis por hectárea; de segunda residencia de 12; en Palma -excluyendo el Arenal- de ocho; y en toda la isla en general se fija en 25 plazas por hectárea.
También se incluye una densidad máxima de alojamientos turísticos, que determina cuantas plazas turísticas se pueden implantar en cada parcela.
En las zonas residenciales no se permitirán actuaciones urbanísticas que impliquen más plazas turísticas de las que ya tenga reconocido el planeamiento, excepto para hoteles de ciudad y turismo de interior.
Zonas saturadas
Se califican como zonas turísticas maduras y saturadas Playa de Palma-S'Arenal, Peguera, Santa Ponça, Palmanova-Magaluf, Cala Millor, Cala Bona, Son Moro, S'Illot y Cales de Mallorca. Para estas zonas se tendrán que redactar Planes de Reforma Integral (PRI) para apostar por la reconversión.
Además, se clasifican como zonas maduras no saturadas Cala Rajada, Font de Sa Cala, Can Picafort y Port d'Alcúdia. Estas áreas requerirán un Plan Especial para cada una.
En las zonas maduras, el alquiler vacacional en la modalidad de 60 días no podrá ser en julio y agosto conjuntamente, sino que solamente podrá escogerse uno de ellos.
Asimismo, el plan quiere “potenciar las zonas turísticas poniendo en valor el paisaje mediterráneo”. "Somos una isla del Mediterráneo, no del caribe. Cocoteros y palmeras no, son pinos y sabinas lo que tenemos", ha dicho Garrido.
No se permitirán nuevos campos de golf
El PIAT incluye medidas para impulsar el turismo deportivo y cultural potenciando rutas ciclistas, senderistas y centros de interpretación, pero no se permitirán ni nuevos campos de golf ni ampliaciones de los ya existentes.
La consellera Garrido ha defendido que los 23 campos de golf actuales “son más que suficientes” para este tipo de oferta turística, ya que no es un deporte que practique la ciudadanía de manera mayoritaria.
Tampoco se permitirán nuevos hoteles rurales, pero sí agroturismos. Es decir, que la actividad turística en suelo rústico tendrá que ir ligada a la actividad agraria y podrá ser complementaria. “Lo importante es que se destine el suelo rústico al uso agrario”, ha remarcado Garrido.
Del mismo modo, las autorizaciones a viviendas turísticas en suelo rústico estarán ligadas a la actividad agrícola del suelo -la finca deberá conservar el paisaje agrícola- y la edificación no podrá ser nueva.
Cumpliendo con la Ley turística, el alquiler vacacional seguirá prohibido dentro del suelo rústico protegido, aunque se abrirá un periodo de consulta “para ver cuál debe ser el futuro”" de este tipo de suelo, “si debe continuar prohibido o se debe abrir”, ha matizado Garrido.
Evitar la “turistificación” de zonas residenciales
Ensenyat ha destacado que este instrumento busca “poner orden en la actividad turística” y evitar la “turistificación” de las zonas residenciales.
El presidente del Consell ha recalcado que la actividad turística en Mallorca representa casi un 45 por ciento del producto interior bruto (PIB).
Por su parte, Garrido ha recordado que este texto llega “después de años sin regulación” desde que se derogó el POOT (Plan director sectorial de la oferta turística). La consellera insular ha defendido que mientras se diversifica la economía de Mallorca hay que seguir potenciando el sector turístico "pero poniendo orden".