La industria de cruceros navega viento en popa a toda vela. A nivel mundial, casi 27 millones de personas eligieron esta opción en 2017 y se espera incrementar esta cifra un millón este ejercicio. A esto se unen los buenos tiempos que corren para los astilleros: 105 nuevos buques comenzarán a surcar las aguas antes de 2027. Y, ¿qué pasa con España? ¿Cuál es su posición dentro de este universo?
El año pasado más de 500.000 españoles se decantaron por un crucero, consolidando la tendencia de crecimiento emprendida en 2015. Además, este número ha significado superar a Francia en el ránking europeo, escalando una posición, hasta ocupar el cuarto lugar. Los pronósticos para esta temporada son favorables y se espera un nuevo crecimiento.
El mercado español de cruceros me recuerda al alemán hace 20 años. En ese momento, cuando unos pocos nos dedicábamos a esta incipiente industria, veíamos casi imposible superar el millón de cruceristas. Pero conseguimos rebasar esta cifra e incluso doblarla.
“Uno de los principales retos al que nos enfrentamos es derribar los estereotipos que todavía rodean a la industria”
Uno de los principales retos al que nos enfrentamos es derribar los estereotipos que todavía rodean a la industria. Debemos hacer un ejercicio de comunicar más y mejor las ventajas de viajar en un crucero para posicionar la categoría en el top of mind de los consumidores, haciendo hincapié en el value for money. La guerra de precios en la que a veces nos vemos envueltos flaco favor nos hace: si nosotros mismos no ponemos en valor nuestro producto, ¿quién lo hará?
Otro de los desafíos que tenemos es la evolución de nuestra oferta para dar respuesta a las necesidades de unos huéspedes cada vez más exigentes, informados y con más alternativas en sus manos. Si queremos llegar al millón de cruceristas, tenemos que escuchar y analizar las tendencias y el comportamiento de nuestros potenciales clientes. La industria no puede evolucionar de forma independiente; tiene que ser capaz de ofrecer de forma rápida aquello que los pasajeros de hoy demandan. Sé que esta empresa no es fácil, porque la planificación y antelación forman parte de la propia naturaleza de la industria pero la competencia –en sentido amplio– lo hace. No nos podemos quedar atrás.
Por último, si queremos continuar avanzando es imprescindible que los pasajeros se sientan bienvenidos en las ciudades en las que hacen escala. En los últimos tiempos han surgido en determinadas zonas movimientos contrarios a la llegada de cruceros. La comunicación es nuevamente capital para afrontar esta situación: es vital establecer un diálogo serio, coherente y responsable entre todos los actores.
No podemos olvidar que brindar a nuestros pasajeros una experiencia inolvidable es el mejor marketing en el que podemos invertir. Unamos fuerzas y afrontemos los retos con madurez y profesionalidad: llegar al millón de pasajeros no es una utopía.