El Gobierno de Donald Trump ha prohibido los viajes en crucero desde EE UU a Cuba a partir del 5 de junio. Esta medida también incluye las visitas a la Isla en cualquier embarcación de pasajeros o recreativa (yates) o en “aviones privados y corporativos”; los vuelos comerciales podrán seguir operando entre ambos países, según recoge la prensa local.
EE UU ha puesto en marcha estas nuevas restricciones de viaje a Cuba por su “papel desestabilizador en el hemisferio occidental” y, concretamente, por su apoyo a los gobiernos de Venezuela y Nicaragua.
El Departamento del Tesoro estadounidense señalo en un comunicado que Washington pondrá fin a los conocidos como viajes educativos persona a persona, una de las exenciones más habituales para esquivar la prohibición general al turismo estadounidense a Cuba.
Así, ha indicado que estos viajes serán autorizados por el momento siempre y cuando el viajero haya completado al menos una transacción relacionada con el viaje, como la compra del billete o la reserva de alojamientos, antes del 5 de junio.
Crecimiento de los cruceros
Los viajes desde Estados Unidos a Cuba han experimentado un gran auge en los últimos años, después de que las medidas de Obama permitirán el restablecimientos de los vuelos comerciales y los cruceros. De este modo, Estados Unidos se convirtió en la segundo mercado emisor de viajeros en la Isla después de Canadá. Una gran mayoría de estos viajeros llegaba al país en un crucero.
Según el gobierno cubano, 257.500 ciudadanos estadounidenses, sin incluir los de origen cubano, visitaron Cuba de enero a marzo, y el 55% llegó en cruceros.