El Ayuntamiento de Barcelona quiere destinar lo recaudado por la tasa turística a vivienda e iniciativas que contribuyan a la descongestión de la ciudad.
El pleno del Ayuntamiento de Barcelona ha aprobado este lunes una propuesta de ERC que pide ampliar la tasa turística en la ciudad con un recargo que gestione el consistorio, algo que han apoyado el Gobierno municipal de BComú y PSC y los grupos de ERC y JxCat, y han rechazado Cs, PP y BCN Canvi.
Para ampliar la tasa turística, el Ayuntamiento requiere que lo apruebe el Parlament, por lo que abrirán una negociación con la Generalitat para que lo traslade a la Cámara catalana, ha explicado en declaraciones a los medios el concejal de Presidencia y Presupuestos, Jordi Martí, junto al de Turismo e Industrias Creativas, Xavier Marcé, a Miquel Puig (ERC) y Elsa Artadi (JxCat).
Martí ha dicho que podría aplicarse a partir de 2020 y ha pedido a los partidos que han alcanzado el acuerdo conjurarse para lograrlo, tras lo que ha recordado que ERC y JxCat gobiernan en la Generalitat y tienen una amplia representación parlamentaria: “Este acuerdo, que necesita otros acuerdos, querría que se leyera como un primer paso para otros acuerdos para mejorar las condiciones de vida” de los ciudadanos.
La tasa oscila actualmente entre los 2,25 euros para los establecimientos de lujo y los 0,65 euros en Barcelona
Plantean destinar lo recaudado a mejorar el control sobre las viviendas que destinan habitaciones a usos turísticos, a mejorar a calidad de vida de los vecinos de los barrios más afectados por la presión turística y a impulsar iniciativas que contribuyan a descongestionar el turismo.
Marcé ha pedido ver el impuesto como una herramienta para mejorar la ciudad, y ha rechazado detallar cifras: “La cantidad es muy imprudente decirla. Pero de forma genérica, nos parece que si pudiésemos situarnos en una cifra que doblara la actual sería muy buena posibilidad”, aunque ha rechazado hacer multiplicaciones sencillas e innecesarias.
Se recaudaron 30 millones en 2018
Actualmente la tasa oscila entre los 2,25 euros para los establecimientos de lujo y los 0,65 euros en Barcelona, en la que el año pasado se recaudaron 30 millones de euros con el impuesto –la mitad del total de Catalunya–, de los que 15 fueron gestionados por el Ayuntamiento; si la recaudación de doblara, se recaudarían 60 en la ciudad, de los que el Ayuntamiento gestionaría 45 –el 100% del nuevo recargo de la tasa y la mitad de la tasa actual–.
Puig ha destacado que ERC no quiere ni más ni menos visitantes, sino un turismo mejor, y ha destacado la importancia de que el asunto se haya acordado entre estos cuatro grupos municipales: “Esperamos que dentro de poco el Ayuntamiento disponga de una herramienta fiscal más”.
Artadi ha dicho que este acuerdo supera el “debate estéril” sobre el porcentaje de la actual tasa turística que debe gestionar el consistorio, y ha explicado que lo que se propone es un impuesto de dos tramos: uno gestionado por la Generalitat y otro por el Ayuntamiento, que se detallará a través de las Ordenanzas Fiscales.
Ante críticas del sector hotelero, Marcé ha asegurado que abrirán un debate con los operadores para buscar comprensión y complicidad, y Puig ha sostenido que es normal que se opongan, pero ha defendido: “Los impuestos son un mal menor. Son un mal, pero son inevitables e innecesarios. Son los impuestos o la barbarie”.
En el pleno, el concejal de Cs Paco Sierra ha rechazado esta propuesta y la ha enmarcado en la criminalización del turismo, mientras que Josep Bou (PP) ha propuesto que el Ayuntamiento reclame a la Generalitat el 100% de impuesto actual –ahora gestiona la mitad– y Eva Parera (Bcn Canvi) ha dicho que esta iniciativa tiene una visión muy “economicista” de las personas.
