El pleno del Parlamento Europeo ha pedido este jueves explorar a nivel europeo si se pueden tomar más medidas para evitar futuras crisis en el sector turístico como la provocada por la quiebra del operador Thomas Cook, que afectó a unos 600.000 viajeros, así como diseñar una estrategia turística común que cuente con una línea presupuestaria propia para reforzar un sector que representa el 10% del PIB de la UE.
En una resolución votada a mano alzada en Estrasburgo (Francia), los eurodiputados apuntan que la crisis del operador británico ha puesto en peligro 22.000 empleos en peligro en el mundo, de los que 2.500 estarían en España, y alertan del riesgo de un “importante efecto dominó múltiple” que golpee no solo al turismo y al transporte, sino a la economía de la UE de forma transversal.
Solo en 2017 quebraron 32 aerolíneas, según los datos de la resolución en la que los eurodiputados instan a Bruselas a estudiar el caso de Thomas Cook y a analizar si son necesarias medidas adicionales para evitar nuevas crisis como esta.
Recogiendo lo dicho ya por la Comisión Europea en las últimas fechas, los eurodiputados recuerdan que existen varios mecanismos previstos en la Unión Europea a la que los Estados miembro pueden recurrir para dar apoyo a los afectados, por ejemplo mediante el Fondo de Adaptación a la Globalización para ayudar a recolocar en el mercado laboral a trabajadores despedidos.
Apuesta por los fondos de garantías
También se dirigen al Ejecutivo comunitario para pedirle que identifique las herramientas disponibles para ayudar al sector turístico a recuperarse después de esta crisis y para que se asegure de que los trabajadores afectados por una quiebra reciban los salarios y prestaciones de jubilación devengados.
Además, se hacen eco de la situación de vulnerabilidad de los viajeros cuando se produce una crisis de estas características, por lo que apuestan por que los fondos de garantías de las aerolíneas o los contratos de seguro se incluyan en las normas de la UE sobre los derechos de los pasajeros, actualmente en proceso de revisión.
Por último, los eurodiputados plantean que, aunque sea como medida de último recurso, se pudiera considerar la concesión de ayudas estatales para aliviar el impacto de la quiebra para el empleo, las empresas, las ciudades, las regiones y los destinos turísticos.