El plan inicial era cobrar entre 2,5 y diez euros a aquellos turistas que visiten la ciudad durante solo un día.
Todos los visitantes de Venecia que no pernocten en el área municipal deberán pagar un ticket de entrada a partir del 1 de julio de 2020 cuyo coste oscilará entre los tres y ocho euros, según informa la prensa local.
La medida debería haber comenzado este verano pero se decidió posponerla para tener tiempo para crear una red de venta que permitiera adquirir los tickets online y en máquinas expendedoras.
Desde el 1 de julio al 31 de diciembre, la tarifa ordinaria será de tres euros que se irá incrementando según la afluencia de turistas. De esta forma los días con sello rojo el ticket costará seis euros y ocho euros en los días con sello negro. Los cruceristas tendrán una tarifa única de cinco euros.
Estos precios cambiarán a partir del 1 de enero de 2021 que comenzará el régimen completo: seis euros para la tarifa ordinaria, ocho para el sello rojo, diez para el negro y siete euros para los cruceros. También se introducirá el sello verde para los días menos concurridos que tendrá un coste de tres euros.
El Ayuntamiento de Venecia ha previsto excepciones para los participantes en los eventos y conferencias que tengan lugar en la ciudad de los canales.
Esto es un paso más para controlar el acceso de turistas a Venecia, que también está estudiando limitar el paso de los cruceros por la Laguna tras el choque de un barco del crucero MSC Opera y un barco turístico en el canal Giudecca ocurrido el pasado mes de junio.
La tasa turística se aplica con éxito en España en Cataluña y Baleares y en el resto del mundo en ciudades como Ámsterdam, Berlín, Nueva York, Roma, Bruselas, París, Lisboa o Dubái.
Detener el “éxodo” del centro histórico
El plan inicial era cobrar entre 2,5 y diez euros a aquellos turistas que visiten la ciudad durante solo un día y que no pernocten en ella, una “tarifa de aterrizaje” recogida en la Ley de Presupuestos italiana y que tiene el objetivo de mantener limpia la ciudad y permitir que los venecianos “vivan con mayor decoro”, según ha explicado el alcalde de la ciudad, Luigi Brugnaro.
La ciudad de los canales recibe cada año 25 millones de turistas, de los cuales cerca de 14 millones van a pasar el día, pero no pernoctan.
El Ayuntamiento pretende destinar lo recaudado a servicios de la ciudad, bomberos, policías o servicios de limpieza y a tratar de rebajar los impuestos a los venecianos, con el fin de detener el “éxodo” del centro histórico.
