Las agencias de viajes nacionales aprecian signos de inestabilidad en la economía española y creen que su evolución empeorará, según los datos del cuarto Informe de Confianza Empresarial (ICE) del Observatorio Nacional del Turismo Emisor (ObservaTUR) en el que han participado 400 minoristas.
Además, el estudio destaca que las agencias han rebajado sus expectativas respecto al propio sector turístico aunque consideran que mantendrá una mayor estabilidad.
Esta percepción que manifiestan a propósito del sector es muy parecida a la que vislumbran para el segmento de las agencias de viajes, aunque su visión resultaría ligeramente más baja.
La confianza en la evolución de sus propias agencias es el parámetro más estable, si bien cae a la mitad el número de profesionales que piensa que su situación mejorará y aumenta en una proporción similar la cifra de los que considera que su negocio sufrirá un retroceso.
Agencias grandes: mayor confianza
Por otro lado, según el estudio, el tamaño implica diferencias respecto a la confianza: sólo las agencias de mayor tamaño muestran una mayor confianza en su sector y en la marcha de su negocio.
En línea con el deterioro de la confianza, empeorarían las previsiones sobre el empleo en las agencias, que disminuirían con respecto al Invierno 2018/2019, en especial en las pequeñas y medianas agencias.
En cuanto a la evolución de los precios, las agencias creen que su nivel se mantendrá en un contexto de cierta estabilidad, con cifras parejas a las del periodo de referencia 2018/2019; sólo las agencias medianas elevarían su temor.
En función de todas las variables resultantes, el Índice de Confianza Empresarial Global arrojaría un dato en rojo para los próximos seis meses de 2020, en tanto en cuanto los diferentes parámetros lucen un signo negativo, más acusado en lo referido a la economía general y ligeramente más optimista en lo concerniente a “mi agencia” de viajes, aunque también con el signo menos por delante.
Marcos Franco, socio de ReiniziaT y miembro fundador de ObservaTUR, afirma que “el deterioro observado en el ICE del segundo semestre de 2019 aumenta ligeramente para los próximos seis meses del año, lo cual es una mala noticia, pues parece que la confianza en la economía –y también en el propio sector– marcha en retroceso en todas las variables analizadas.
“Esperemos que el nuevo contexto político pueda contribuir a disipar esa desconfianza y se recupere el tono positivo que siempre ha caracterizado a la industria del turismo y los viajes en nuestro país”, concluye.