Para Simón Pedró Barceló, 2019 ha sido un ejercicio desigual.
El presidente del Grupo Barceló, Simón Pedro Barceló, se enfrenta al nuevo año 2020 con optimismo y tranquilidad consciente de que tienen un buen producto. En el punto de mira se encuentra la fusión de su división de Viajes con Globalia y la marcha del CEO, Gabriel Subías, que ha sido sustituido temporalmente por Vicente Fenollar.
¿Qué balance hace del ejercicio 2019?
Ha sido un ejercicio desigual, que podría haber sido mucho mejor de no haber influido en él ciertas noticias negativas y sin fundamento, pero que han afectado a la demanda estadounidense hacia Dominicana, la pérdida de capacidad aérea en Canarias o la inestabilidad política en Cataluña.
¿Qué previsiones tienen para el año que ha comenzado?
Nosotros siempre somos, en principio, optimistas. La desaparición de algunos actores en el negocio aéreo, que es lo que ha afectado a Canarias y, especialmente, a Fuerteventura, está siendo suplido por otros agentes y la situación está tendente a su normalización. En el caso de Barceló, tenemos un buen producto y eso siempre nos hace mirar el futuro con tranquilidad.
¿Estamos ante un cambio de ciclo en el sector?
Es muy probable que así sea. El enfriamiento económico por todas partes anunciado confiamos en que se reduzca sólo a eso, a unos menores niveles de crecimiento y no llegue a situaciones de recesión. Y en todo caso tendremos que estar muy atentos a las necesidades y preferencias de nuestros clientes.
“En Barceló tenemos un buen producto y eso nos hace mirar el futuro con tranquilidad”
En estos momentos el Grupo Barceló está operando un total de 244 establecimientos hoteleros distribuidos en 21 países del mundo, de los cuales 75 (un 30%) tienen un perfil vacacional y los otros 169 (el 70%) pertenecen al segmento urbano.
¿Qué planes de expansión tienen a futuro: nuevas aperturas, nuevos destinos en España y en el extranjero?
La apertura más reciente, que se produjo en el pasado mes de diciembre, fue la del Barceló Maya Riviera, un hotel “sólo adultos” de 850 habitaciones que completa el Barceló Maya Grand Resort, convirtiéndolo en el complejo con mayor oferta de ocio y entretenimiento de la Riviera Maya mexicana. Tenemos también importantes planes de crecimiento tanto en España (principalmente en aquellas capitales de provincia y ciudades importantes en las que todavía no estamos), además de en capitales europeas (Varsovia, Liubliana, entre otras) y vamos a entrar en Maldivas, Sri Lanka y Túnez.
¿Cómo realizarán esta expansión?
Pues de variadas formas: el Barceló Maya Riviera será en propiedad y su construcción se está financiando con recursos propios, mientras que las entradas en Sri Lanka, Maldivas y Túnez las haremos de la mano de socios locales con los que hemos firmado las oportunas operaciones de ‘joint venture’. Y los proyectos en capitales españolas y europeas se incorporarán por la vía de contratos de gestión y de arrendamiento.
¿Qué inversión tienen prevista?
Manejamos unas cifras de inversión que, en su conjunto, alcanzarán los 300 millones de euros, anualmente.
¿Estudian alguna operación similar a la que llevaron con Occidental?
No en este momento, aunque siempre hemos creído en la necesidad de que las compañías hoteleras españolas adquieran más tamaño que les permita competir en plano de igualdad con las grandes enseñas internacionales, que tienen miles de hoteles en gestión. Y en ese intento Barceló siempre quiere jugar un papel activo.
¿Qué diferencia a Barceló de sus grandes competidoras Meliá y NH?
Desde el punto de vista del futuro de la compañía, creo que Barceló tiene mucha más libertad y flexibilidad a la hora de tomar decisiones que las otras cadenas que usted ha mencionado, y ello debido fundamentalmente a que su presencia en Bolsa les sujeta a unos condicionantes que nosotros no tenemos al ser 100% una empresa familiar.
En cuanto al servicio, creo que todas las cadenas luchamos por intentar dar a nuestros clientes la mayor satisfacción en sus estancias.
Grupo Barceló es mucho más que hoteles, en los últimos años Ávoris ha crecido a través de adquisiciones. ¿Tienen previsto continuar con esta estrategia?
Creo que ya hemos sido suficientemente ambiciosos al integrar a Ávoris con la división de Viajes de Globalia, dando lugar al primer grupo de viajes del país. No obstante, siempre estaremos atentos a cualquier oportunidad que se produzca.
¿Qué futuro depara a la red minorista de Ávoris tras la fusión con Halcón Viajes?
Creo que magnífica. Va a convertirse en parte de la red de agencias de viajes más importante y con más presencia en las calles de España, y dispone de un magnífico producto que se enriquecerá con el aportado por el otro socio protagonista de la integración. Ello me lleva a pensar que afronta unas perspectivas muy prometedoras.
¿Valoran centrarse solo en la división hotelera y desprenderse de Ávoris?
A la vista de la fusión con Globalia, nuestra permanencia en la compañía está garantizada a medio plazo.
¿Cree que hay una tendencia hacia una gestión más horizontal de los grupos verticales?
Las empresas son elementos productivos de una gran viveza, lo que les lleva a organizarse de formas diferentes en los distintos momentos y vicisitudes por los que atraviesa.
“Manejamos cifras de inversión, que en su conjunto, alcanzarán los 300 millones anuales”
Yo creo que muy negativamente: con la admisión indiscriminada de la vivienda como oferta turística en las ciudades no sólo se está autorizando una competencia desleal al negocio hotelero, sino que se están causando graves distorsiones en esas propias ciudades, que afectan en primer lugar a sus vecinos, pero también a la sostenibilidad de elementos como limpieza, residuos, saturación, inseguridad… que por otra parte no son más que consecuencias negativas de no haber respetado el urbanismo tal y como lo venimos conociendo desde hace mucho tiempo.
¿Cómo afectará el Brexit en el sector hotelero español? ¿Barceló tiene algún plan de contingencia?
Si se toman las medidas y previsiones oportunas, tanto a nivel de empresa privada como y principalmente, por las autoridades competentes, yo creo que la incidencia del Brexit como tal no debería ser importante. Otra cosa es las consecuencias que puede aparejar el debilitamiento de la moneda en el país emisor de turistas respecto de la que rige en el país de destino. Ello sí que podría implicar un encarecimiento del viaje y ser negativo.
Después de la caída de Thomas Cook, ¿considera que los hoteles deberían depender menos de los turoperadores?
Creo que no se puede generalizar, pues habrá hoteleros que tendrán una gran dependencia de los mayoristas y otros que no. Indudablemente la prudencia parece aconsejar que no es conveniente depender de una forma exclusiva o muy importante de un único canal de comercialización.
