En España, un 95% de las más de 10.000 agencias son microempresas.
Las asociaciones de agencias de viajes confían en que el Ministerio de Trabajo y Economía Social dará luz verde a los ERTE que presenten las minoristas “por causa de fuerza mayor”, una opción que aparece en el Estatuto de Trabajadores y que el Ejecutivo amplió el pasado miércoles en el decreto de medidas extraordinarias “a las pérdidas de actividad consecuencia de la COVID-19”.
“Hemos estado informando a nuestras agencias asociadas de todas las gestiones que hemos hecho y de los criterios de la Seguridad Social y de Trabajo, y entendemos que no tiene que haber problema”, señala a AGENTTRAVEL la gerente de la Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV), Mercedes Tejero.
Algo más cauta se muestra la abogada de la Unión de Agencias de Viajes (UNAV), María Dolores Serrano, para quien “las agencias deberían poder acogerse a los ERTE por fuerza mayor, pero hay que esperar a ver si efectivamente son aceptados por las autoridades laborales”, dado que “se están produciendo algunas discrepancias entre las distintas comunidades autónomas” en este sentido.
Causa mayor y exenciones fiscales
Pero, ¿por qué es importante para las agencias poder acogerse a esta opción? Fundamentalmente, porque el decreto de medidas extraordinarias contempla una serie de exenciones fiscales para las empresas que acrediten que, efectivamente, su actividad cesa “por causas de fuerza mayor”, en lugar de hacerlo por los habituales motivos técnicos, organizativos, económicos o de producción.
En concreto, las empresas se verán exoneradas “del pago del 75% de la aportación a la Seguridad Social”, una exención que alcanza el 100% si la compañía cuenta con menos de 50 trabajadores. En España, un 95% de las más de 10.000 agencias son microempresas, frente a un 1% de grandes corporaciones, según un estudio de Informa D&B.
La incertidumbre de las agencias sobre la posibilidad de tramitar sus ERTE bajo esta modalidad surge tras el decreto que declara el estado de alarma. Esta disposición incluye un listado de sectores, entre los que no se encuentran las agencias de viajes, cuya “apertura al público queda suspendida” y, por tanto, pasan directamente a formar parte de las actividades que han tenido que cesar por causas de fuerza mayor derivadas del coronavirus.
Precisamente por este motivo, la patronal del sector hotelero ha reivindicado con insistencia que el Gobierno decretase el cierre de todos los alojamientos turísticos. Una vez que la orden ministerial en este sentido fue tramitada, los empresarios han podido agilizar los trámites de los ERTE presentados por causas de fuerza mayor. La situación de las agencias, sin embargo, no queda tan clara a la luz de estas disposiciones.
Suspensión o cancelación de actividades
Para aclarar la situación de las minoristas, Tejero se remite a un documento del Ministerio de Trabajo y Economía Social, fechado a 19 de marzo, que pormenoriza las situaciones que se consideran “provenientes de fuerza mayor temporal” y evidenciaría que los organismos competentes no deben poner trabas a la admisión de los ERTE de estas características que presenten las agencias.
En concreto, el documento señala cuatro supuestos: las empresas que no pueden prestar sus servicios, en virtud de decreto de alarma; las decisiones vinculadas con la COVID-19 adoptadas por las autoridades competentes de las Administraciones Públicas; las compañías cuyas plantillas se hayan visto afectadas por contagio o aislamiento preventivo; y la suspensión o cancelación de actividades.
Este último caso, es el que más se adapta a la casuística de las agencias de viajes. Su desarrollo contempla “el cierre temporal de locales de afluencia pública, restricciones en el transporte público y, en general de la movilidad de las personas y/o mercancías, falta de suministros que impidan gravemente continuar con el desarrollo de la actividad consecuencia directa de la COVID-19”. Dichos requisitos sí parecen compatibles con la situación de las agencias para continuar con sus actividades y, por tanto, con la pertinencia de solicitar un ERTE por fuerza mayor.
Ajustar la temporalidad y justificar el ERTE
Aunque el documento mencionado anteriormente arroja más claridad sobre la posibilidad de que los ERTE que presenten las agencias por causas de fuerza mayor se tramiten de manera exitosa, Tejero advierte de que es fundamental “elaborar un buen informe relativo a la vinculación de la perdida de actividad como consecuencia de la COVID-19”.
Asimismo, las agencias deben ajustar el plazo temporal solicitado. “Hay empresas que lo han presentado hasta fin de año y pueden tener problemas porque la autoridad laboral entiende que la del coronavirus es una situación temporal”, explica Tejero. En su opinión, lo más adecuado es solicitar un ERTE de fuerza mayor con una duración de aproximadamente un mes y medio y, posteriormente, pedir otro, en esta ocasión, “por razones productivas”.
Para la gerente de CEAV, realizar las gestiones correctamente es de vital trascendencia, incluso, para el futuro de las agencias: “Si nos aceptan los ERTE por causa de fuerza mayor tendremos posibilidades de sobrevivir y volver a la situación normal, si no, va a ser complicado”, remacha.
