El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha avanzado este jueves que la cuarentena que España impondrá desde mañana a los viajeros procedentes de terceros países que entren en nuestro país vía aérea o marítima es una medida “temporal y excepcional” en esta fase de desescalada en la que los residentes españoles tienen prohibido, salvo excepciones reguladas, desplazarse a otra provincia.
En su comparecencia semanal ante la Comisión de Sanidad del Congreso, ha explicado que esta medida, al igual que la introducción de controles en las fronteras aéreas y marítimas –las terrestres permanecen cerradas salvo para el paso de mercancías– están vinculadas al estado de alarma, dado que si a los residentes en España se les prohíbe viajar, salvo excepciones reguladas, a otras provincias sería incoherente permitir la llegada por avión o barco de personas procedentes de otros países.
Si la medida, adoptada por varios países de nuestro entorno, se introduce ahora y no antes es porque en este momento en que se ha iniciado el plan de desescalada puede volver a ser atractivo para ciertas personas viajar a ciertas zonas de España que avanzan más rápido que otras en el levantamiento de las restricciones impuestas por el estado de alarma. Cuando el estado de alarma se levante, y la movilidad dentro del país sea libre, no tendrían sentido, sería “incoherente”, medidas de este tipo, pero ahora resultan necesarias, a juicio del Ejecutivo.
Illa ha aclarado que no se trata de ninguna medida “contra nadie” y ha manifestado que el Gobierno es plenamente consciente del peso de la industria turística en el PIB nacional. Illa ha justificado la medida en la necesidad de evitar que, tras el enorme esfuerzo desplegado por la ciudadanía española en las últimas ocho semanas para controlar la epidemia de coronavirus, ahora se trata de evitar que la situación de control se puede “ir de las manos por la importación de casos”.
De cara al control que pueda haber en un futuro, ha indicado que el Gobierno está intentando coordinarse con el resto de la UE, pero ha dejado claro que España siempre actuará protegiendo los intereses nacionales.