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La Palma invita a sus visitantes a reconectar con la naturaleza

La isla canaria permite caminar alrededor de un cráter, avistar cetáceos y tortugas en el océano o contemplar las estrellas

Publicada 20/05/2020

8:31 horas

 - Actualizada 20/05/2020

8:38 horas

En La Palma se puede descubrir el fenómeno conocido como mar de nubes, creado como consecuencia del encuentro entre los vientos alisios y las altas montañas.

En La Palma se puede descubrir el fenómeno conocido como mar de nubes, creado como consecuencia del encuentro entre los vientos alisios y las altas montañas.

Situada en el extremo noroccidental de las Islas Canarias, La Palma ofrece experiencias en familia que invitan a sus visitantes a reconectar con el entorno natural, que se manifiesta a través de sus más de 706 kilómetros cuadrados.

La Palma tiene muchos lugares donde recuperar la energía perdida. Pero uno de los más destacados es el Bosque de Los Tilos, uno de los ecosistemas de laurisilva más importantes del archipiélago canario y primera Reserva de La Biosfera de la isla. Localizado en el municipio de San Andrés y Sauces, conserva un patrimonio natural de excepcional valor tanto por su flora como por su fauna.

La Palma es una de las islas con mayor desnivel del mundo, en donde se puede pasar del nivel del mar a estar a 2.400 metros de altura en el Roque de los Muchachos, su punto más elevado.

Además de estos contrastes, hay otro factor que hace más completa esta experiencia: la calidad de su cielo. En La Palma se puede descubrir el fenómeno conocido como mar de nubes, creado como consecuencia del encuentro entre los vientos alisios y las altas montañas. Cuando no rebasan la montaña para cambiar de vertiente, se acumulan, formando este curioso mar de nubes tan característico de la isla

Algunos de los miradores más destacados son: el mirador de la Cumbrecita, el mirador de San Bartolo o el mirador del Time. Incluso por la noche se pueden encontrar varios miradores astronómicos para observar las estrellas.

Caminar alrededor del cráter de un volcán

Una de las experiencias más singulares que uno puede vivir en esta isla es caminar por su suelo volcánico, ya sea a pie o en bici a través de paisajes de lavas, cenizas, calderas y erupciones volcánicas. No son pocos los volcanes que abundan en la isla, pero si hay una zona que destaca por sus cráteres el Parque Natural de Cumbre Vieja.

Allí se encuentra el Volcán de Teneguía, que vivió su última erupción en 1971. Muy cerca de allí hoy en día se puede conocer más acerca de la vulcanología en el Centro de Visitantes del Volcán de San Antonio, en donde podremos conocer sus secretos y caminar bordeando su cráter.

Una de las experiencias más completas para disfrutar de este fenómeno de la naturaleza (aunque no apta para todos los públicos) está en la popular Ruta de los Volcanes, un espectacular trayecto de 20 km.

La Palma cuenta con una red de senderos de más de 1.000 kilómetros que recorre todo el territorio insular aprovechando los caminos tradicionales utilizados durante siglos por los habitantes de esta isla.

El Bosque de los Tilos.

Se pueden encontrar desde altas cumbres de 2.000 metros de altura, pasando por zonas de cultivos de medianías, bosques de pinares, paisajes volcánicos a frondosas masas de laurisilva.

En La Palma el Atlántico tiene escondidas algunas sorpresas para los amantes de los fondos marinos y también de sus especies. Las erupciones volcánicas crearon en el interior de sus aguas un ecosistema de rocas, fascinantes arcos, torres, y cuevas. Sin duda un lugar increíble para la práctica del buceo.

Para los que no se animen con esta práctica deportiva, existe la opción de descubrir estos secretos desde la superficie con una embarcación. Desde el Puerto de Tazacorte, en la costa occidental, se puede coger un barco para disfrutar del avistamiento de diversas especies de cetáceos, tortugas y de peces.

Acampadas y visitas a fincas plataneras

En la isla también se puede acampar en el entorno natural y disfrutar de su naturaleza, que destaca por su diversidad. Desde pequeñas plantas cerca del mar, supervivientes al sol y a la sal, hasta graciosas y pequeñas flores con llamativos colores en la cumbre más alta, pasando por una vegetación y por imponentes pinos. Algunas de las mejores zonas de acampada son la laguna de Barlovento, Parque Nacional de la Caldera de Taburiente y el Refugio del Pilar.

Por último, en La Palma el cultivo platanero va mucho más allá de una cuestión gastronómica y se adentra en el ADN cultural de los propios palmeros. En la isla el visitante puede recargar su energía gracias a las vitaminas y propiedades de su fruta más emblemática y visitar algunas fincas plataneras donde descubrirá de primera mano sus técnicas de cultivo, usos y diferentes aplicaciones.

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