La cala Portixol, en Jávea.
Con el avance de la vacuna en el horizonte y la progresiva supresión de las restricciones de viaje, los próximos meses serán fundamentales para la reactivación del sector turístico. Conscientes de ello, los destinos españoles han puesto en marcha sus estrategias de promoción, que van cambiando en función del contexto que marca la pandemia. En ellos, tienen una importancia esencial las agencias de viajes, como prescriptores, y los turistas domésticos, que previsiblemente este verano adquirirán gran protagonismo.
Barcelona, por ejemplo, se ha marcado como objetivo que en dos años el 20% de los turistas que visitan el destino sean españoles. La directora de Turismo de Barcelona, Marian Muro, destaca en la revista AGENTTRAVEL que el organismo se centrará “en la cultura en su sentido más amplio” y tratará de mostrarse como un destino “sostenible, cultural, saludable y seguro”. En lo que se refiere a la promoción de la ciudad, se centra en el corto plazo en el mercado nacional y algunos europeos; y en el largo en Estados Unidos y el Sudeste Asiático.
La concejala delegada del Área de Turismo en el Ayuntamiento de Madrid, Almudena Maíllo, afirma que la capital española desea consolidarse como “un destino aspiracional para todos los mercados, tanto nacional como internacional”. Con ese objetivo en el horizonte, trabaja junto al sector turístico madrileño en “poner en valor su oferta turística” y en la “creación de experiencias únicas y diferenciadoras que sigan aumentando el interés” del turista en Madrid.
Por su parte, la exconsejera de Turismo, Juventud y Deportes de la Región de Murcia, Cristina Sánchez, se muestra contundente cuando afirma que “la nueva era del turismo pasa por llevar incorporados los vocablos ‘sostenible’ e inteligencia’, y manifiesta la “firme apuesta” de la consejería a través, entre otras cosas, de la incorporación de los municipios murcianos a la Red de Destinos Turísticos Inteligentes (DTI).
El turista doméstico, un habitual
Mientras algunas comunidades autónomas reciben principalmente turistas internacionales, procedentes en un elevado porcentaje de Alemania o el Reino Unido, y han tenido que adaptar sus estrategias de promoción para atraer al viajero doméstico, otras regiones encuentran en este último a su visitante más habitual, y en los próximos meses continuarán en esta senda.
“El turista nacional representaba más del 50% de nuestro turismo, y garantizar su fidelidad, su satisfacción y su conexión con Andalucía es, ha sido y será nuestra prioridad absoluta”, asegura el director gerente de Turismo y Deporte de Andalucía, Alberto Ortiz de Saracho.
Además de “diversificar los atractivos” por los que el turista doméstico se decanta por la región, Andalucía buscará “atraer nuevos visitantes”, también internacionales.
El turista doméstico marcará el rumbo en la Comunidad Valenciana los próximos meses y, por ello, parte de la estrategia de promoción del destino pasa, según su secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, por recordarle “la diversidad de la región”. “El año pasado fuimos la comunidad autónoma con más banderas azules”, ejemplifica, al tiempo que destaca otras áreas como la gastronomía, la cultura o el deporte.
Por su parte, Valencia trabaja “intensamente” en posicionarse como un “destino seguro y saludable”, adaptándose a “las nuevas tendencias del turismo”, y en dar continuidad a su estrategia para convertirse en “un referente en turismo urbano, cultural, sostenible, gastronómico y de lujo”, según explica el concejal de Turismo del Ayuntamiento, Antonio Bernabé.
Las Hurdes, en la provincia de Cáceres.
También es el caso de Castilla-La Mancha, cuya directora general de Turismo, Comercio y Artesanía, Ana Isabel Fernández, reconoce que la región seguirá reforzando su presencia como “destino de cercanía en el mercado nacional” mediante estrategias destinadas a captar al viajero que visitaba el extranjero “y en la actualidad ha cambiado sus hábitos a causa de la pandemia”.
La directora general de Turismo de la vecina Castilla y León, Estrella Torrecilla, señala que este año la región celebra varias efemérides que centran el trabajo de promoción de las instituciones autonómicas. Así, Castilla y León, que promoverá con énfasis el turismo rural y poco masificado, tiene ante sí el Año Santo Jacobeo y los centenarios de las catedrales de Burgos y Palencia.
Trabajando en la reinvención
Durante estos meses, en el sector turístico se ha insistido en que una de las vías para minimizar los impactos del coronavirus pasaba por la reinvención.
Así, el director de Basquetour, Daniel Solana, asegura que la fase de reactivación de la región estará determinada por una decidida apuesta por medidas “que proyecten al sector hacia un futuro donde la sostenibilidad y la transformación digital lo haga viable”. En este sentido, Euskadi planea diferentes acciones como una nueva estrategia de turismo sostenible o la creación de un sistema de gestión que garantice un empleo de calidad para las personas que trabajan en el sector.
Aragón está trabajando también en la reinvención, realizando, según expone su directora general de Turismo, Elena Allué, “estudios para la creación de nuevos productos turísticos”, tales como el cicloturismo, recorridos que exploren la historia de la Corona de Aragón, rutas mudéjares, de Goya, turismo accesible o ‘pet friendly’.
La playa de las Vueltas, en La Gomera.
La misma apuesta mantiene Extremadura, que buscará captar al viajero de las comunidades limítrofes y, para ello, ha lanzado una original campaña audiovisual, que tiene como objetivo “incentivar la demanda y atraer turistas a la región, e impulsar así la actividad turística frenada por motivo de la pandemia”, según explica la Dirección General de Turismo de la región.
Cataluña lanzará en los próximos meses propuestas “vinculadas a la naturaleza, la enogastronomía, la cultura, el deporte y las actividades al aire libre”, según pone de manifiesto el director de la Agencia Catalana del Turismo, David Font.
En la hoja de ruta de la región catalana, está muy presente la recuperación y orientación de la demanda, y temas clave como la innovación, la digitalización y la sostenibilidad. También buscarán promocionarse en mercados que puedan viajar a medida que se produzca la recuperación aérea.
Por su parte, la provincia de Lleida incidirá en productos similares a los de la región catalana, como la naturaleza, el turismo activo, la oferta cultural y la enogastronomía, y se centrará en el público de proximidad como principal destinatario, explica el jefe de Promoción y Marketing del Patronato de Turismo de la Diputación de Lleida, Juli Alegre.
Cambios en los hábitos
A nadie se le escapa que el coronavirus cambiará la manera de viajar en numerosos sentidos. Los destinos turísticos que participan en este reportaje han puesto el foco en la importancia de mostrarse como destinos seguros; las estancias serán más amplias y la antelación en la reserva menor.
Se trata de tendencias que Gijón ha tenido en cuenta a la hora de diseñar su plan turístico estratégico, en el que también goza de gran protagonismo el ‘turismo slow’, una forma de viajar que cada vez encuentra más aceptación entre los viajeros de todo el mundo.
“Gijón busca atraer al turista que se interese por la esencia de nuestro destino”, manifiesta Daniel Martínez.
También en Galicia han percibido una modificación significativa en los hábitos de los viajeros como consecuencia del coronavirus y, por ese motivo, en su plan director para los próximos años incidirán en la aceleración de tendencias como la digitalización, la sostenibilidad y las experiencias más personalizadas. Sin olvidar, tal y como explica la directora de Turismo de Galicia, Nava Castro, que este año la celebración del Año Santo bianual centrará parte de los esfuerzos de promoción de la región.
Las Islas Canarias es uno de los destinos menos afectados por el coronavirus si atendemos al nivel de contagios y fallecidos, pero de los más castigados si nos fijamos en los efectos que ha tenido la pandemia sobre el conjunto del sector turístico.
La consejera de Turismo, Industria y Comercio del archipiélago, Yaiza Castilla, es consciente de que “la pandemia nos ha situado en un contexto complicado”, pero cree que la crisis “abre una oportunidad que debemos aprovechar”. En este contexto, el archipiélago trabaja en la transformación digital “para tener un proceso activo en la comercialización de los productos turísticos”.
Puede leer el reportaje completo en la revista AGENTTRAVEL de marzo-abril.
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