El Comité de Concertación de Bélgica ha acordado este miércoles que el país reabrirá su frontera al turismo a partir del 19 de abril y permitirá la actividad de hostelería en terrazas a partir del 8 de mayo, fecha en la que se levantará el toque de queda.
La reapertura de los bares y restaurantes, que acumulan ya medio año cerrados, ha sido el principal tema de discusión en medio de las presiones del sector que reclamaban levantar las restricciones. Finalmente, tras siete horas de reunión, se ha alcanzado un acuerdo para que, desde el 8 de mayo, la restauración pueda disponer de terrazas.
Bélgica también retira las trabas a los viajes no esenciales
En la rueda de prensa tras la reunión, el primer ministro belga, Alexander De Croo, ha mostrado cautela ante el plan de desescalada, asegurando que el virus sigue “muy presente” entre la población del país, aunque ha querido subrayar que la campaña de vacunación “se convierte en una base sólida para la reapertura”.
Las autoridades federales han acordado además retirar las trabas a los viajes no esenciales, en línea con las exigencias de la Comisión Europea que había expresado sus dudas por las implicaciones que tenía la normativa belga en la libertad de movimiento en el espacio Schengen.
Bélgica decidió en enero cerrar el paso al turismo en un intento por contener los contagios de coronavirus que el Ejecutivo comunitario interpretó como una medida desproporcionada.
Igualmente, han dado luz verde a reabrir peluquerías, centros de belleza y tiendas no esenciales a partir del 26 de abril, cuando se permitirán grupos de diez personas en actividades exteriores.