Gran Canaria ha presentado este jueves un capítulo de Pocoyó ambientado en la isla, que remarca su apuesta decidida por un turismo familiar, un segmento que proporciona al destino un 22% de sus visitantes en verano. Tras el visionado en el Cine Capitol de Madrid, el consejero de Turismo, Carlos Álamo, expone a AGENTTRAVEL las previsiones de la provincia para los próximos meses, con la vista puesta en la temporada de invierno, la de mayor importancia en el archipiélago.

¿Qué importancia tiene una promoción como la de Pocoyó para Gran Canaria?
Pocoyó tiene 30 millones de suscriptores a través de diferentes plataformas –Netflix, HBO, Rakuten o Youtube–. Los primeros capítulos son de hace 15 años y todavía se siguen viendo. Es una acción que va a perdurar durante muchos años y un escaparate que está muy pocas veces al alcance de nuestro destino. Hemos visto que el turismo familiar está tomando cada vez más importancia y creíamos que podíamos hacer un guiño en este sentido. La productora Zinkia se ubicó hace varios años en Gran Canaria y en sus estudios en la isla han hecho más de 50 capítulos de Pocoyó. Nació la oportunidad de aunar esfuerzos entre la parte pública y la privada en un momento de crisis originada por la pandemia y nos pareció una buena idea.

¿Buscan reforzar con esta acción promocional la apuesta de Gran Canaria por el turismo familiar?
Hemos hecho una apuesta decidida por este tipo de turismo. Vemos que cada vez son más los viajeros que visitan Gran Canaria con niños. En 2019, 650.000 turistas que llegaron a la isla lo hicieron en familia, lo cual supone un 15% del total, que crece hasta el 22% en verano. Tenemos un clima magnífico para los niños y el destino tiene muchas actividades para la familia: playa, parques acuáticos, el mayor acuario de Europa o un poblado del oeste. En los últimos años nos hemos centrado en el Sol y Playa, pero Gran Canaria ha evolucionado y tiene mucho más que ofrecer.

Además del Sol y Playa y el turismo familiar, ¿qué otros atractivos turísticos tiene la isla?
Gran Canaria es un destino muy reconocido por el turista que viene a hacer deporte –ciclismo, deportes náuticos, acuáticos o senderismo–. Además, la Unesco nos ha distinguido como uno de los mejores lugares para ver estrellas y ha reconocido el Risco Caído como Patrimonio Mundial. También la parte gastronómica ha experimentado un crecimiento importante.

Hemos detectado que la riqueza que genera el turismo en una época normal se queda en una parte de la isla y no se reparte bien. Por eso, estamos potenciando, a través de la agricultura y los productos kilómetro cero, que los restaurantes y hoteles ofrezcan productos grancanarios. Esto hace que la riqueza se reparta mejor y llegue al ganadero, al agricultor o al pescador. Estamos en un momento en el que no podemos dejar de lado las potencialidades de Gran Canaria y estamos llevando a cabo acciones de cada una de ellas.

¿Sirven este tipo de acciones para diferenciarse de otros destinos competidores?
Hay que poner en valor nuestra oferta turística. Competidores como Egipto o Túnez están peor colocados que Gran Canaria por la pandemia, y teníamos que otorgar especial importancia a este momento y resaltar las potencialidades que tiene la isla, como su baja incidencia de contagios. El turista que en algún momento miraba a destinos, entre comillas, más baratos, busca también que sea seguro sanitaria y políticamente y cuente con otros atractivos. En Gran Canaria, tanto el sector público como el privado han aprovechado este año y medio para mejorar el destino.

¿Qué previsiones tiene Gran Canaria de cara a los próximos meses? ¿Hasta qué punto les preocupa la nueva variante Delta?
Gran Canaria no tiene una estación muy marcada. Estábamos preparados para que el verano fuera el de la recuperación, y la temporada estaba orientada a ir recuperando la normalidad, abrir hoteles y sacar a trabajadores de los ERTE. Ya el año pasado intentamos activar la industria. Tuvimos unos meses de julio y agosto normales, pero septiembre fue fatal porque hubo un rebrote grandísimo en Europa y nos vimos obligados a cerrar los negocios. La diferencia este año es que tenemos la vacuna y en Gran Canaria está funcionando bien, además, la tasa de contagios no llega al 2%.

Teníamos todo preparado con esta idea: terminar julio con un 70% de la población vacunada, para afrontar una temporada de invierno con cierta normalidad. Contamos con una conectividad histórica –21 ciudades españolas tienen vuelos directos con Gran Canaria– y hemos firmado acuerdos para ponérselo fácil al turista.

Es cierto que está la variante Delta y en Canarias están subiendo los contagios, pero no es menos cierto que tenemos la tranquilidad de que la vacuna está funcionando, en los hospitales hay gente más joven que no llega en un porcentaje alto a las UCI y esa vacuna nos da cierta tranquilidad y certezas. Aun así, nos quedan unos meses de vivir con la pandemia y no debemos relajarnos. Si cumplimos las normas, Gran Canaria es un destino abierto y preparado, con protocolos estrictos, en los que podemos crear una burbuja en torno a los turistas para que puedan disfrutar con libertad.

Francia está aconsejando a sus ciudadanos que no viajen a España. ¿Le hacen daño estas recomendaciones a Gran Canaria?
Claro que nos preocupa. El turismo francés no es un mercado que en volumen sea importante para Gran Canaria, pero es verdad que nosotros estábamos haciendo un esfuerzo para atraerlos. La semana pasada inauguramos dos conexiones directas con Francia, pero si algo nos ha enseñado la pandemia es que lo que hoy parece seguro, al día siguiente puede no serlo tanto. Las vacunas están funcionando y estoy convencidísimo de que nuestro destino seguirá teniendo baja incidencia de contagios y, en pocos meses, estaremos hablando de esta pandemia en pasado y podremos recuperar la industria turística.

¿También el mercado británico?
El mercado británico es para Gran Canaria el cuarto mercado, por detrás del nórdico, el alemán, el peninsular y el británico, si bien es cierto que para Canarias en global es el primero. Es un mercado muy importante sobre todo en verano. No obstante, todos damos por amortizado el verano. Es un momento de empezar a abrir hoteles y restaurantes y sacar a gente de los ERTE para estar al 100% cuando llegue nuestra temporada alta, la de invierno. No podemos permitirnos perder un año más porque sería una tragedia. Estamos convencidos de que Gran Canaria será punta de lanza de la recuperación económica de Canarias a través de la industria turística.

¿Qué importancia tendrán las agencias de viajes en la promoción de Gran Canaria?
A lo largo de este año y medio no hemos parado de hacer promociones todos los canales. Ha cambiado la vida y también la forma de vender el turismo: ahora la digitalización es muy importante, pero las agencias de viajes siguen siendo fundamentales. Vamos a seguir trabajando con las recetas que nos han dado éxito en el pasado. Gran Canaria es un destino turístico de más de 50 años de historia y tenemos profesionales en el Patronato que saben lo que funciona. Vamos a conseguir poner en marcha la industria turística y en pocos meses todos los sectores que trabajaban con la industria turística volverán a generar oportunidades y a ser fuente de riqueza.