Diego Sánchez en la presentación del informe.
Los aeropuertos no volverán a procesar el volumen de vuelos previo a la pandemia hasta 2023, según el director de Foro de Regulación Inteligente, Diego Sánchez de la Cruz, que ha presentado este miércoles las conclusiones del informe ‘Volar en libertad, otra vez: medidas clave para relanzar la aviación en 2021’, elaborado por el Observatorio del Sector Aéreo.
A día de hoy, hay un total de 17.000 vuelos programados en España para la operación salida del verano, de los cuales 9.000 son internacionales –principalmente europeos–, mientras que 8.000 son nacionales. Antes de la pandemia, la cifra ascendía a 26.000 vuelos, con lo cual, la aviación está un 35% por debajo de lo habitual, si bien la cifra resulta “más saludable” que la caída del 80 o 90% registrada en 2020, según explica Sánchez.
No obstante, el Observatorio destaca que la ocupación es significativamente inferior –60%, frente al 90% prepandemia–, una cifra que afecta a las aerolíneas porque “es difícil bajar el precio de los billetes y afecta a la rentabilidad”. A nivel de facturación, el año pasado la aviación perdió más de 106.000 millones de euros, y este año prevé que la caída alcance los 42.000 millones.
Según Sánchez, se están recuperando dos tercios de la actividad, también en lo que se refiere a la facturación, y la previsión de pasajeros para este año es de 2.500 millones, muy lejos de los 4.500 de 2019. Por todo ello, el Observatorio reclama medidas urgentes para un sector de baja rentabilidad (entre el 2,5 y el 5%), que ha reducido un 45% su estructura de costes gracias a un ajuste de 300.000 millones de euros.
De lo contrario, el directivo pronostica que las reservas de las líneas aéreas “se quedarán a 0 a finales de este año”. “La deuda es de 550.000 millones y serían necesarios los beneficios del sector en los próximos 22 años para devolverla”, lamenta.
Retirar obstáculos y ofrecer estímulos a la aviación
En este contexto, Sánchez aboga por proporcionar confianza a los usuarios, al tiempo que se retiran obstáculos como la cuarentena, dado que ocho de cada diez viajeros considera el aislamiento como un impedimento para trasladarse a otros países.
“Muchos viajeros no quieren lidiar con la incertidumbre de enfrentar tratamientos y protocolos sanitarios cambiantes que, además, son diferentes dependiendo del país o región de origen y destino. Esto termina empujando a millones de personas a buscar soluciones alternativas y descartar los viajes en avión, a pesar de ser ésta su opción inicial”, ha añadido.
Asimismo, ha apostado por sustituir el indicador de contagios para medir el impacto de la pandemia por otros más adaptados a la situación actual como el número de hospitalizaciones, tal y como ya han planteado, según Sánchez, Reino Unido, EE UU o Alemania.
Otro de los puntos en los que hace hincapié el documento para reactivar la movilidad aérea es la seguridad que ofrece el sistema de filtros HEPA a la hora de limitar los contagios y el uso obligatorio de mascarillas que hace la propagación del virus en los vuelos “casi nula”.
Adicionalmente, el análisis pone de manifiesto la necesidad de establecer una estrategia que alivie la carga financiera de las aerolíneas, así como reducir los costes mediante medidas de desregulación y rebajas fiscales que contribuyan a mejorar la rentabilidad sectorial para “garantizar la sostenibilidad de la aviación del futuro”.
En contra de un mayor número de tasas
En el turno de preguntas, Sánchez se ha referido a las propuestas del Gobierno, a través de su plan ‘España 2050’, para la reducción de emisiones y el fomento de la sostenibilidad en la aviación. En concreto, el Ejecutivo ha propuesto la supresión de los vuelos con alternativa ferroviaria y la imposición de tasas a viajeros frecuentes u otras en función de la duración de los vuelos.
Para el directivo, la manera más adecuada de afrontar la sostenibilidad es “actuar sobre la eficiencia, en lugar de imponer restricciones”. Sánchez ha apuntado que la intensidad energética se ha reducido entre cuatro y seis veces desde mediados del siglo XX a la actualidad y se ha mostrado abiertamente en contra del aumento de tasas.
A su vez, ha apostado por los combustibles eficientes y el Cielo Único Aéreo, una reivindicación histórica del sector, para reducir “notablemente” las emisiones. En su opinión, con estas medidas se presenta “un panorama optimista de cara a 2050” en materia de sostenibilidad.
