Gran Canaria cuenta con vinos de variedades de uva únicas en el mundo, vendimiadas a mano, con un origen volcánico.
Gran Canaria es un continente en miniatura donde se mezclan siglos de historia, espacios naturales y un pasado aborigen Patrimonio de la Humanidad por la Unesco con una gastronomía espléndida.
Con 22 grados de temperatura media todo el año, la isla es el destino gastronómico ideal porque las bondades del clima hacen posible una despensa de sabores y experiencias que varía en cada temporada. Poder practicar ciclismo, golf, senderismo o pesca deportiva en cualquier estación es un privilegio. Y si lo unimos a visitas a bodegas, queserías, cafetales y restaurantes, entre otros, la experiencia es sublime.
El turismo gastronómico cuando se combina con otras motivaciones, en Gran Canaria, consigue que sus visitantes vuelvan durante el año porque, aun siendo la misma isla, se le presenta distinta cada vez.
Saborear su gastronomía equivale a degustar su historia. Como sucede con los vinos, se trata de variedades de uva únicas en el mundo, vendimiadas a mano, con un origen volcánico y acariciadas por los vientos alisios. Así, no es de extrañar que productos como el vino, el queso de Flor cuenten con Denominación de Origen, una garantía de calidad para el consumidor y de protección de su identidad.
La gastronomía de Gran Canaria recorre la silueta de la isla dibujando un mapa delicioso en el que detenerte a comer en restaurantes basados en la cocina popular y otros que se citan en las prestigiosas guías Repsol y Michelín; realizar a tu antojo su recién estrenada Ruta del Vino (la primera certificada por Acevin fuera del territorio peninsular); descubrir los colores y olores de la isla al visitar sus queserías; saborear la grandeza del Atlántico con sus productos de mar (sal, pescados y mariscos); endulzarte de manera saludable con sus frutas tropicales; y descubrir el café exótico que se cultiva en la región más al Norte del planeta.
En definitiva, Gran Canaria es la isla que se imagina antes de llegar, se saborea cuando se visita y se lleva en el corazón para siembre cuando te vas.
El turista gastronómico que elije Gran Canaria
La gastronomía es el atributo perfecto que enriquece otros segmentos turísticos y cautiva al viajero para que vuelva. De hecho, según datos de Promotur, la experiencia con la gastronomía local y toda la cadena de valor, hace que el índice de satisfacción general del destino aumenta considerablemente. Y, al respecto de la gastronomía, para el 51% es “tan buena como esperaba” y para el 46%, “mejor o mucho mejor de lo que esperaba”.
El 42,2% de los turistas gastronómicos que descubre Gran Canaria pasa entre 7 y 12 horas fuera del alojamiento y gasta una media de 150€ al día (según datos de 2019). En pareja es su forma preferida para viajar (50%).
El 33% de los turistas gastronómicos preparan y reservan su viaje con entre 3 y 6 meses de antelación. Y un 24%, entre uno y dos meses antes, por lo que se trata de un perfil que ha tomado la decisión de manera meditada y no a última hora. Este perfil de turista está documentado sobre el destino y sabe qué busca y espera encontrar: sus dos fuentes de información principales son Internet y redes sociales (59,7%), por un lado, y el feedback que le ofrecen familiares y amigos que han estado anteriormente (41,2%), por otro.
La gastronomía es el atributo perfecto que enriquece otros segmentos turísticos y cautiva al viajero para que visite Gran Canaria en cualquier época del año. De hecho, según datos de Promotur, la experiencia con la gastronomía local y toda la cadena de valor, hace que el índice de satisfacción general del destino aumente considerablemente.
Y, al respecto de la cocina de Gran Canaria, para el 51% es “tan buena como esperaba” y para el 46%, “mejor o mucho mejor de lo que creía”.
El 42% de los turistas gastronómicos que descubre Gran Canaria pasa entre siete y 12 horas fuera del alojamiento y gasta una media de 150 euros al día (según datos de 2019). En pareja es su forma preferida para viajar (50%).
El 33% de los turistas gastronómicos que visitan la isla preparan y reservan su viaje con entre tres y seis meses de antelación. Y un 24%, entre uno y dos meses antes, por lo que se trata de un perfil que ha tomado la decisión de manera meditada y no a última hora.
En definitiva, el turismo gastronómico cuando se combina con otras motivaciones, en Gran Canaria, consigue que sus visitantes vuelvan durante el año porque, aun siendo la misma isla, se le presenta distinta cada vez.
