La hotelería valenciana hace balance de un 2021 en el que la recuperación tarda en llegar

Hosbec ha realizado el primer resumen anual de lo que ha sido la actividad hotelera en la Comunidad Valenciana y en los diferentes puntos turísticos que analizamos cada semana, del que desprende que la recuperación todavía no ha llegado como se podría haber esperado.

El balance general que hace Hosbec es que la recuperación turística no se ha consolidado durante 2021 y que los datos reflejan un comportamiento de la demanda muy marcado por la evolución sanitaria tanto en España como en los principales mercados internacionales.

Durante 2021 no se ha podido siquiera abrir el 100% de la planta hotelera: en todos los meses ha habido establecimientos y plazas cerradas por la pandemia. Sólo agosto se aproximó en cifras de oferta a los datos de 2019, aunque en Benidorm, por ejemplo, operaron 36.000 plazas de las 44.000 disponibles, según datos del INE.

El primer cuatrimestre del año estuvo marcado por el estado de alarma y el cierre perimetral que mantuvo cerradas las fronteras de la Comunidad Valenciana hasta el 9 de mayo. Durante esos primeros cuatro meses la actividad turística fue residual, con poca oferta hotelera abierta y datos de ocupación que eran la mitad de lo que correspondería en situación de normalidad.

A partir del levantamiento del estado de alarma, el sector empezó a despertar y se abrieron establecimientos mientras se estimulaba la demanda. En este periodo se trabajó con el mercado nacional como puntal esencial, aunque la ciudad de Valencia mantuvo un importante pulso internacional con un 30% de turistas extranjeros.

Agosto tuvo una ocupación hotelera entre el 83% y el 90% y los valores de actividad se aproximaron a los que se registraron durante 2019.

Los británicos, principal mercado internacional en el producto vacacional de la Comunidad Valenciana, no se pudieron sumar a la recuperación por la aparición de la variante delta y las restricciones impuestas hasta septiembre. Entre octubre y noviembre se notó el aumento de su presencia, pero el regreso de las restricciones por ómicron evitó su llegada para el final del año.

De hecho, ómicron no solo ha condicionado las reservas de visitantes internacionales, sino todas las previsiones del sector. De hecho, su presencia y extensión se ha cobrado con 20 o 30 puntos de ocupación hotelera, terminando diciembre con una ocupación de entre el 37 y el 45%, muy lejos del 80% previsto antes de la irrupción de la nueva variante.

Esto ha provocado el cierre extraordinario de establecimientos hoteleros, especialmente en Benidorm, mientras que en el resto de destinos valencianos la oferta disponible se ha mantenido similar a la de 2019.