La demanda de viajes aéreos en febrero alcanzó un 54,5% con respecto al mismo mes de 2019, tras el reducido impacto de la variante ómicron fuera de Asia y al ser todavía pronto para ver los efectos de la guerra en Ucrania, según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA).
El mayor descenso continúa produciéndose en la demanda de pasajeros internacionales en febrero, que fue un 59,6% menos que el mismo periodo 2019, mientras que el tráfico aéreo nacional total estuvo un 21,8% por debajo de las cifras prepandemia.
El director general de IATA, Willie Walsh, ha destacado que la recuperación de los viajes aéreos está cobrando fuerza a medida que los gobiernos de muchas partes del mundo levantan las restricciones de viaje.
“Los estados que persisten en intentar bloquear la enfermedad, en lugar de controlarla, como hacemos con otras enfermedades, corren el riesgo de perderse los enormes beneficios económicos y sociales que traerá una restauración de la conectividad internacional”, ha lamentado Walsh.
Por zonas, el tráfico internacional de febrero de las aerolíneas de Europa descendió un 41,7% en comparación con el mismo mes de 2021 y el factor de ocupación se situó en el 72,1%. Por parte de los operadores de Asia-Pacífico, su tráfico internacional cayó un 64,4% respecto a febrero de 2021, con un factor de ocupación del 62,9%.
Las aerolíneas de Oriente Medio registraron una bajada de demanda del 44,8% en febrero, por debajo de las aerolíneas norteamericanas y las latinoamericanas, cuyo tráfico internacional cayó un 20,3% y un 26,6% en febrero, respectivamente, las que menos cayeron.
En África, el tráfico de las aerolíneas se redujo un 50,6% en febrero con respecto a hace un año, con un factor de ocupación del 64,8%.