La isla de Chipre cuenta con numerosos atractivos turísticos que combinan playa, montaña, cultura y gastronomía y se presenta ante el turista internacional como una de las islas más inexploradas de todo el Mediterráneo.
Chipre es un ‘Todo en uno’ para turistas que desean disfrutar de playas paradisíacas, variada gastronomía y un gran patrimonio cultural gracias a las 15 salidas programadas por la mayorista de viajes Politours 360 que conectan la isla con siete ciudades españolas (Barcelona, Bilbao, Madrid, Oviedo, Santiago de Compostela, Valladolid y Zaragoza). Los vuelos chárteres estarán operativos desde julio hasta octubre.
La isla cuenta con una gran cantidad de atractivos para el visitante, como el primer museo submarino del Mediterráneo (Musan) en el que se encuentran más de 90 esculturas submarinas, el museo de esculturas al aire libre de Ayia Napa o avistar los flamencos en Lárnaca.
Además, es interesante descubrir los rincones de la isla relacionados con Afrodita, que la salpican por completo. Uno de los lugares más reconocidos, de hecho, es la playa de Petra to Romiou, donde la leyenda explica que entre sus olas y espuma nació la diosa de la belleza.
Otro de los enclaves para visitar es Nicosia, con 300.000 habitantes, la ciudad más importante y capital de Chipre, donde encontrarán una confluencia de culturas y legado que la convierten en una ciudad rica en matices, intereses y sabores. Además, es interesante también visitar la Línea Verde, custodiada por Naciones Unidas, donde se puede acceder a la zona de la autoproclamada república turca.
La isla de los gatos –conocida así por la leyenda romana que apunta a que se enviaron barcos llenos de gatos para que lucharan contra las serpientes que superpoblaban la isla– es también uno de los países con más banderas azules del mundo en sus playas, donde destacan la seguridad, calidad del agua, preservación, accesibilidad y limpieza.
Los visitantes no se podrán marchar de Chipre sin descubrir las iglesias bizantinas elevadas entre los siglos XI y XV, conocidas como las diez iglesias pintadas de Troodos, que figuran como Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. A ello, además, se suma el legado británico de la isla, entre los que destacan detalles como que los coches circulan por la izquierda, los enchufes de tres clavijas y que la gente habla inglés.
A nivel gastronómico, las comidas y cenas parten de que, en todas las mesas, las comidas se acompañan de una ensalada.