Durante este año, el 54% de los viajeros ha decidido desembolsar más dinero en sus vacaciones, a pesar de que tiene la sensación de que los precios han aumentado hasta un 25%, según confirma el estudio ‘Travel Trends Study 2022’ de Simon-Kucher & Partners.
Según la consultora, además, uno de cada cuatro viajeros ha tenido que prescindir de sus vacaciones como consecuencia de su encarecimiento, alegando que la motivación económica fue el justificante de tener que prescindir este año de los viajes.
Los consumidores, notablemente afectados por el alza del coste de vida, están empezando a reducir su gasto y cambiar sus prioridades económicas. Como consecuencia de ello, se espera un incremento del gasto en productos esenciales como los alimentos y bebidas, pero una disminución en compras discrecionales, entre las que se encuentran los viajes.
Como ya adelantó Simon-Kucher, las tarifas en verano se dispararon respecto a otros periodos del año con subidas en zonas de costa de hasta el 40%, situándose la media en un 11% de incremento respecto al año pasado. Estas subidas de tarifas se encuentran por debajo de la percepción que tiene el consumidor, que percibe unos precios un 25% más caros según el estudio, alzándose hasta el 30% en el caso del viajero español.
Según la consultora, las tarifas para el Puente de Diciembre se encuentran actualmente un 21% por encima del año pasado en las mismas fechas, signo positivo en cuanto a recuperación de un sector que deberá gestionar con precisión las alzas en precios para evitar superar el umbral que percibe el cliente y así tratar de evitar la erosión de la demanda.
Más flexibilidad y ofertas
Por otro lado, la disposición al pago en tarifas flexibles y con cancelación ha incrementado tres puntos porcentuales, lo que supone una oportunidad para las hoteleras de captar ingresos adicionales.
Además, las políticas de flexibilidad y cancelación se encuentran entre los factores más relevantes que influyen en la toma de decisión de los clientes a la hora de realizar una reserva, un servicio al cual se acostumbraron durante el periodo postpandemia y que ahora se considera imprescindible.
Otro aspecto que cobra mucha relevancia para los consumidores en búsqueda de precios atractivos son las promociones y descuentos, creciendo la importancia que le dan los huéspedes hasta un 6% más respecto al año pasado (siendo el segundo aspecto más relevante en el proceso de reserva, por delante incluso de aspectos relacionados con el destino o la calidad del servicio).
Menos viajes y más cortos
Además, los factores relacionados con la COVID-19 están restando relevancia en los viajeros, algo positivo, ya que los indicadores del estudio señalan a que la demanda se contraerá. Por un lado, la frecuencia de viajes se reducirá, incrementándose en un 7% el número de viajeros que solo realizará un viaje al año. Además, la estancia media también será menor, convirtiéndose la de entre una y tres noches en la favorita, superando en un 1% a la de cuatro a siete veladas.
Estos cambios en la forma de viajar afectarán también al tipo de estancia, donde se prevee una ligera disminución en hoteles y apartamentos turísticos, en favor de opciones más económicas como caravanas o campings. De igual forma, se espera un incremento ligero en la anticipación de las reservas y una reducción de las ventas a través del canal directo.
Fuerte recuperación en corporate
En cuanto a los viajes corporativos, la recuperación está siendo importante, con un incremento en España del 38% sobre el pasado ejercicio. Reino Unido destaca como uno de los países con mayor reactivación del segmento, con un incremento previsto del 66%. En dicho segmento, la relevancia de los precios se reduce un 60% en comparación con los viajes vacaciones.
Según Miguel Afán, socio de Simon-Kucher y responsable de los sectores de turismo y ocio, “en una situación en la que la demanda puede reducirse deberán sofisticarse las estrategias comerciales, de distribución y segmentación para capturar el mayor valor posible. Estimamos que, si no se toman medidas de revenue growth en todos los frentes, el GOP de los hoteles pueda reducirse hasta un 20%. Para hacer frente a estos retos y proteger la rentabilidad, las cadenas hoteleras deberán contar con estrategias diferenciadas por segmento y canal entendiendo las diferencias de percepción del consumidor y sus drivers de compra”.
Ana Morillo, senior director de Simon-Kucher matiza que “no es suficiente trasladar la inflación a un consumidor ya afectado por la situación económica, las hoteleras deben de ser más creativas en llevar a cabo mejor diferenciación entre segmentos, comprendiendo sus necesidades para ser capaces de mantener estas subidas de forma sostenible”.