Desde sus comienzos, el Instituto para la Calidad Turística Española (ICTE) ha jugado un papel imprescindible en el sector turístico español como organismo certificador de la calidad en establecimientos, productos y destinos a través de su Marca Q, símbolo de profesionalidad y rigor en la gestión y prestación de los servicios. Con el paso del tiempo, el ICTE ha ido adaptando su labor a los requerimientos del sector y la sociedad española en su conjunto.
En 2020, en plena pandemia de la COVID-19, el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo encomendó al ICTE elaborar unos protocolos que permitieran la reapertura de los servicios turísticos en las máximas condiciones de seguridad, trabajo que realizó en coordinación con todo el sector contando con la colaboración de más de 450 expertos de patronales turísticas, sindicatos y asociaciones profesionales de médicos. Estos protocolos se convirtieron en Especificaciones Técnicas UNE 0066 y en la norma “ISO/PAS 5643 Requisitos y recomendaciones para la reducción del contagio de la COVID-19 en la industria turística” tras adoptarlas como modelo la Asociación Internacional de Normalización (ISO). Posteriormente, el ICTE creó el sello Safe Tourism Certified para certificar su cumplimiento.
Pero la sociedad sigue avanzando y a los turistas de hoy en día ya no solo les basta la calidad y la seguridad. La preocupación por el futuro del planeta ha dado pie a que los turistas exijan a las administraciones, a las empresas y también al sector turístico una mayor sensibilidad respecto a la sostenibilidad. La ONU ha establecido una serie de recomendaciones: los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, señalando el camino por el que debe discurrir la política económica y empresarial de los próximos años.
El ICTE ha dado respuesta a esta demanda social y empresarial elaborando una nueva Especificación Técnica que sirviera de base para la implantación de los ODS en los establecimientos, productos y destinos turísticos. Por lo que ha creado un nuevo sello –S de Sostenibilidad Turística– que acredita el cumplimiento de estos objetivos mediante un riguroso modelo de gestión y auditoría externa.
Se trata de una iniciativa pionera en el mundo y que, a diferencia de otras, tiene desde su creación una vocación unitaria. Porque la sostenibilidad no consiste exclusivamente en cumplir una serie de criterios sin relación unos con otros. La Marca S responde a una concepción integral de la sostenibilidad, en sus variantes medioambiental, territorial, económica y humana, como piden los ODS aprobados por la ONU.
El sector privado ya ha adoptado la norma y la Marca S, reconocible para todos y basada en un sistema de gestión homologado y que permite ser verificado mediante una auditoría externa que culmine, en su caso, con la obtención de la certificación representada en la Marca S. De la mano del ICTE, España tiene de nuevo la oportunidad de liderar este proceso de transformación del sector a nivel mundial hacia un turismo sostenible y acorde con los tiempos. Pero hace falta unidad, en el sector público y el privado, al igual que hicimos en materia de calidad y seguridad. De esta manera, lograremos ser de nuevo una referencia mundial, ahora en sostenibilidad, y un modelo en normalización y certificación turística para el resto de países del mundo.