Cada vez más clientes están interesados en que sus viajes tengan un menor impacto negativo y maximizar los positivos. En este sentido, los proveedores de producto deben de intentar encontrar la fórmula para satisfacerlos, y aquí los turoperadores y agencias de viajes cumplen un papel fundamental.
Para conocer el punto de vista de la intermediación en este sentido, durante la celebración del primer Sustainability Lab organizado por Noruega en Madrid se ha organizado un panel de expertos en el que se ha confirmado la apuesta que están haciendo por el turismo sostenible.
Para hablar del producto aéreo, Fabrice Marchand, Trade & Leisure Sales Manager Spain de Air France-KLM, aseguró que son conscientes de ser “contaminantes directos”, y por ello llevan trabajando desde 2003 en reducir su impacto. “Hay que atraer a talentos jóvenes que tengan la sostenibilidad en la mente, y si no trabajamos en ello y avanzamos, no lograremos nuestros objetivos”, manifestó.
Para avanzar en la descarbonización, Marchand señaló al SAF como una herramienta fundamental, aunque reconoce que “es un producto muy caro y estamos buscando partners que nos ayuden a abastecernos de él”. De hecho, puso en valor el acuerdo al que han llegado con Icárion, “el primero en contribuir a este programa” de colaboración.
Jordi Rivera, director de producto de Icárion, explicó que la participación en el programa se basa en la propia supervivencia del turoperador en el futuro, ya que “en 2050 seguiremos necesitando a las aerolíneas, y entonces será necesario el uso del SAF al 60%”, relató. “Si queremos poder vender billetes de avión, hay que apostar por su desarrollo”, añade.
De hecho, a este respecto, Marchand quiso detallar que no considera que sea necesario “hablar de volar menos, sino de volar mejor. Tenemos que buscar la manera en la que se deje un menor impacto en el medio ambiente”, expuso.
Pero, ¿qué están pidiendo actualmente los clientes? ¿Buscan de forma activa productos turísticos sostenibles? Según Susana Conde, fundadora de la agencia Turismo Responsable, no, ya que lo que su filtro se sitúa en optar por las opciones más económicas. “Confiaba más en que el consumidor fuera el que nos empujara a cambiar, pero creo que, no solo no tiene interiorizada la sostenibilidad, sino que no sabe siquiera lo que es”, explicó. “Hay que invertir más en explicar la sostenibilidad al viajar, que no es solo no contaminar, porque lo que se sigue mirando es el precio”, añadió.
De hecho, a este respecto, Rivera cree que “el término sostenibilidad ha muerto, y si no debemos matarlo. Nadie va a entrar en una agencia de viajes pidiendo un viaje sostenible. Lo que debemos hacer es prescribirlos”, apuntó.
Sonia Tejedor, de la agencia Nanook, expuso que en los viajes de incentivo se está intentando “concienciar al cliente de las cosas que debe y no hacer en el ámbito de la sostenibilidad. No está bien hacer seis comidas para un grupo, y recomendamos que los desplazamientos a los restaurantes, cuando sean cercanos, se hagan a pie. Intentamos que el cliente sea consciente de todo lo que implica esta actividad”, resaltó.
Raquel Torres, directora de calidad de Travel Advisord Guild, comentó que las agencias “tienen la capacidad de incidir en las peticiones de los clientes y seleccionar lo que se le ofrece al cliente. Tenemos que tener en cuenta la cadena de valor del viaje y sus partes implicadas, por lo que es fundamental conocerlas en profundidad”. Además, añadió que es importante explicar a las minoristas lo que significa la sostenibilidad, ya que en muchas ocasiones se quedan en que “es solo lo verde”.
No es más caro
Una de las ideas más extendidas es que los viajes, si son sostenibles, supondrán un mayor desembolso por parte del cliente. A este respecto, Rivera aseguró que “no tiene” por qué serlo, y, de hecho, “debemos lucha contra esa idea”, ya que “si la sostenibilidad no es rentable, se va a dejar de trabajar en ella”. Para ello, sugiere “educar en la cadena de valor y proveedores, explicándoles que, si es mucho más caro, no lo vamos a vender”.
A este respecto, Tejedor marizó que “no es demasiado más caro, pero no es low cost, y la tendencia actual es a viajar con muy poco presupuesto”. A este respecto, sugiere que la Unión Europea legisle para que “el viaje insostenible sea más caro que el sostenible” para que el cliente opte por esta opción. “La intermediación ya está reclamando sostenibilidad, y las agencias pequeñas lo están notando ya”, concluyó.