La distinción Región Mundial la impulsa el Instituto Internacional de Gastronomía, Cultura, Artes y Turismo (IGCAT).
El conseller de Empresa y Trabajo de la Generalitat, Roger Torrent, ha sostenido que la distinción Región Mundial de la Gastronomía que ostentará Cataluña en 2025 constituye una “palanca de transformación” del modelo turístico.
Ha destacado este segmento turístico atrae a un visitante “de todo el año, no solo de agosto, y a todo el país” y su gasto es un 20% superior al del turismo de sol y playa, durante su intervención en la presentación de la campaña de adhesiones a la distinción, junto al conseller de Acción Climática de la Generalitat, David Mascort.
La distinción Región Mundial la impulsa el Instituto Internacional de Gastronomía, Cultura, Artes y Turismo (IGCAT) y, con Cataluña, es la “primera vez” que reconoce a una región europea.
“Elaboramos los mejores productos del mundo, los hacemos muy bien”, ha defendido Mascort, quien ha señalado como objetivo fundamental que los productores se puedan ganar la vida, cobrar un precio justo por el trabajo.
Ambos han abogado por que, en el marco de la distinción, Cataluña celebre “infinidad de iniciativas” y que lleguen a todo el territorio, y no queden concentrados únicamente en Barcelona.
Han animado al sector a adherirse a la campaña, lo que ofrecerá a los actores un logotipo para su página web, una etiqueta para el local y la posibilidad de publicitar las actividades que promuevan.
Poner en valor el patrimonio inmaterial
El director general de la Fundació Alícia, Toni Massanés, ha instado a poner en valor y mantener el patrimonio inmaterial que a su juicio tiene Cataluña en materia gastronómica: ha advertido de que “no es una cosa que se queda, se tiene que hacer” para que sobreviva, por lo que ha llamado a preparar cocina catalana.
En esta línea, el presidente de Bulli Foundation, Ferran Adrià, ha abogado por destacar la identidad gastronómica catalana y sus ventajas competitivas. “Todos los que vengan de fuera tienen que ir a ver a nuestros pescadores, porque el producto del mar que tenemos es bastante diferente”, ha subrayado, y ha advertido que está en peligro de extinción.
Ha reivindicado el “apoyo desde las administraciones y empresas al que apuesta para hacer un restaurante de cocina tradicional”, un ámbito por el que cree que los restauradores apuestan muy poco.
Y el presidente de la Academia Catalana de Gastronomía y Nutrición, Carles Vilarrubí, ha defendido que la tradición y la innovación son “dos caras de la misma moneda”, cuyo valor ha destacado y ha reivindicado que Cataluña se lo crea.
Los tres han coincidido en que la Región Mundial “debe pasar en las escuelas, en los hospitales, en las casas. El año que viene y todo el resto” y han llamado en que participe el conjunto del sector –que no sea un proyecto únicamente del Govern– y que huya de personalismos.
En esta misma línea, la cofundadora de La Gastronòmica, Clara Antúnez, ha considerado que la distinción ayudará a Cataluña a “sacar pecho, coger autoestima” y ha considerado que tiene todos los ingredientes comestibles, culturales y sociales, pero que debe articularlos.
Turismo compatible con la actividad productora
La ganadera Laia Angrill ha exigido que el turismo gastronómico sea compatible con la actividad productora y con la vida rural y ha ejemplificado en que, en su explotación, este verano deberán poner una balsa de agua privada porque ha dicho que están ubicados en una zona turística que en verano cuadruplica la población y no les deja “agua suficiente para abastecer” la granja.
“Sin mantequilla, arroz, leche del Pirineo, manzanas de Lleida, no hay estrellas Michelin ni hay nada”, ha advertido Angrill, y ha recordado las dificultades que afronta el sector agrícola.
La presidenta de la cooperativa Dones Arrosseres del Delta, Marcel·la Otamendi, ha lamentado que la “triste realidad” es que los consumidores no valoran suficiente el producto local y ha reivindicado la alta calidad de la producción catalana.
La presidenta del Gremi de Flequers de la Provincia de Barcelona, Mònica Gregori, ha considerado que la panadería catalana está “en la ‘crème de la crème’” a nivel mundial y ha subrayado la apuesta del sector en formación, tecnificación, innovación y en recuperar la autenticidad de los orígenes.
“Muy importante, nos lo tenemos que creer. A veces vamos a otros países y se quedan con la boca abierta, pero aquí a veces no valoramos lo que tenemos en una pieza de pan”, ha lamentado.
