La facturación de la industria de cruceros en España ascendió a 6.450 millones de euros en 2023, un 14% más que el año anterior, según refleja un estudio elaborado por Tourism Economics / Oxford Economics a petición de la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA por sus siglas en inglés). Además, contribuyó al PIB del país con 3.000 millones de euros y estimuló la creación de 48.900 empleos, lo que supone un incremento del 16% en ambos casos frente a 2022.
Según el director de CLIA en España, Alfredo Serrano, estas cifras “avalan la capacidad que tiene nuestra industria para generar riqueza y oportunidades en nuestro país”.
En este sentido, aclara: “Una de las características de nuestro impacto económico es su transversalidad, beneficiándose de nuestra actividad un amplio espectro de empresas y profesionales: desde guías turísticos, hasta compañías vinculadas a la alimentación pasando por agentes de viaje, por mencionar solo unos ejemplos”, añade Serrano.
Igualmente, el directivo resalta otras externalidades positivas vinculadas a la actividad en España. Entre ellas, destaca “su menor estacionalidad, ya que los picos de actividad se concentran en primavera-otoño; contar con un perfil de cliente que apuesta por la cultura, ayudando al desarrollo de destinos menos populares; o no contribuye a retirar vivienda del mercado ya que la mayor parte de las escalas en puertos españoles se producen durante el día”.
Por contribución económica, el 45% del total de la facturación se realizó de forma directa, seguido de un 34% producido de forma indirecta y un 21% de forma inducida. Esto se transforma en crecimientos del 12%, 15% y 14%, respectivamente, por cada partida con respecto al ejercicio de 2023.
En cuanto al empleo, el 53% (26.000) del generado se hizo de forma directa, mientras que el 29% (13.900) respondió a trabajos indirectos y un 18% (9.000) de forma inducida. De esta forma, el trabajo directo creció un 20%, seguido del indirecto (14%) y el inducido (7%).
Además, desde CLIA remarcan que, a nivel europeo, la industria facturó más de 55.000 millones de euros, contribuyendo al PIB con 25.700 millones y fomentando la generación de 440.000 empleos.