La vida está llena de grandes aventuras y, por el momento, Waynabox es la más intensa y emocionante de la mía. Crear una empresa es un sueño ambicioso que no todo el mundo tiene, pero que cuando lo sientes, sabes que debes ir a por ello. Los fundadores de Waynabox nos dimos cuenta de que había llegado el momento de emprender cuando estábamos buscando en el mercado un producto para disfrutarlo nosotros mismos y no existía. Entonces nos preguntamos ¿por qué no crearlo? Así es como surgió la idea de inventar el concepto de los viajes sorpresa.
Queríamos viajar de una manera más espontánea, sin tener que planificar mucho antes. Así que nos pusimos manos a la obra. Venimos de una época en la que planificar los viajes se ha convertido en algo engorroso y aburrido (fluctuación de precios de las compañías aéreas, infinitos hoteles y reviews…). Así que decidimos revivir la emoción de ir al aeropuerto y volar en cualquier avión a punto de salir. De esta manera nació Waynabox. Como contamos en nuestra web, se trata de una propuesta con la que ofrecemos viajar de forma más divertida, emocionante e inesperada. Y siempre al mejor precio.
Evidentemente, de aquella primera idea a la situación actual ha llovido mucho. En 2015, nosotros éramos tres jóvenes con muchas ganas de crear algo, pero sin apenas conocimiento en Business. Por ello, nuestro motor de despegue fue aterrizar en el programa Lanzadera, aceleradora de empresas fundada por Juan Roig, propietario de Mercadona. De allí obtuvimos todo el mentoring necesario para saber desarrollar una empresa y lanzarla al mercado, así como lo más difícil: conseguir financiación. Y es que al principio es fácil tirar de las tres famosas F (Family, Friends and Fools) pero cuando tu negocio crece, necesitas llegar a más.
“Hace falta pasión y esfuerzo para sobrevivir a la montaña rusa emocional que supone emprender”
Pero más allá de inyección económica, no hay duda de que lo más complejo de este proceso ha sido conseguir el rápido crecimiento de la empresa: asentar las bases y valores de un equipo que ha evolucionado tan rápido y crecer profesionalmente a la misma velocidad que lo ha hecho el equipo y el producto.
Eso sí, ¡todo ha merecido la pena! Waynabox es una empresa solvente con 36 profesionales que creen, confían y hacen lo imposible para que este proyecto, esta loca aventura, siga adelante. Una aventura que ya han disfrutado más de 35.000 viajeros.
Como CEO, es una gran satisfacción ver que tanto tu equipo como tus clientes quieren a Waynabox. Si tengo que elegir una cosa me decanto por los mensajes, las postales y los e-mails que nos llegan de los clientes, en los que nos felicitan por el trabajo bien hecho. También es muy satisfactorio cuando ves que la gente repite.
Por todo ello, emprender ha sido mi mayor reto, pero también mi mejor aventura. Evidentemente, hace falta pasión y esfuerzo para sobrevivir a la montaña rusa emocional que supone emprender, pero la clave, sin duda, es aprender y adaptarse a las nuevas funciones y responsabilidades que, además, van cambiando con el tiempo y el crecimiento de la empresa.