La compañía Meliá Hotels International ha asegurado no contar con bienes o participaciones de bienes que pudieran ser objeto de reclamación tras el levantamiento de la suspensión del Título III de la Ley Helms Burton por parte de la Administración de Estados Unidos y ha recalcado que, en todo caso, su papel sería el de mero gestor.
La Ley Helms-Burton, aprobada en 1996, dio a los estadounidenses el derecho a demandar a empresas de todo el mundo que se lucren con los bienes confiscados por las autoridades 'castristas', pero todos los Gobiernos norteamericanos habían dejado sin efecto esta cláusula.
Tras el anuncio de Estados Unidos de permitir desde el 2 de mayo que se presenten demandas contra empresas extranjeras, Meliá Hotels International ha lamentado la “incertidumbre e inseguridad jurídica” creada aunque ha subrayado que no supondrá “ninguna alteración sustancial” en su actividad.
En este sentido, ha confirmado que no es propietaria de bienes o participaciones de bienes que pudieran ser objeto de potencial reclamación.
En cualquier caso, ha matizado que, de dirigirse alguna reclamación contra algún hotel, su papel sería el de “meros gestores hoteleros”, con un rol equivalente al del resto de actores de la cadena de valor del negocio turístico como agentes de viajes, turoperadores o líneas aéreas vinculados a la explotación turística en Cuba.
Opera “legitamente” en Cuba
En un comunicado, ha defendido que opera “legítimamente” en Cuba, donde ha llevado a cabo “una gestión impecable, profesional y responsable desde hace 30 años” en “un destino excepcional que debe seguir abierto al turismo internacional”.
Finalmente, ha agradecido el “firme apoyo” y la reacción promovida por el Gobierno de España y la Comisión Europea a las empresas extranjeras.
Para el grupo hotelero, se trata de una ley que se considera extraterritorial y que les pondría “en el objetivo por el simple hecho de ser un actor económico dedicado al turismo”, una industria que el expresidente estadounidense Barack Obama situó en la reciente Cumbre Mundial del Turismo en Sevilla como “una herramienta para construir un mundo mejor”.