David Font durante la presentación del estudio.
La Agencia Catalana de Turismo (ACT) ha revelado que el enoturista que visita Cataluña es mayoritariamente hombre (56%), tiene 49 años de media, con estudios superiores o universitarios (47%) y está en situación laboral activa (80%).
Así se desprende del estudio sobre ‘El perfil de los visitantes a las bodegas de Cataluña’ que ha presentado este jueves el director del Departamento de Empresa y Conocimiento de la Agencia Catalana del Turismo, David Font, en el Centro de Interpretación del Cava de Sant Sadurní d'Anoia ante cerca de un centenar de empresas y entidades del sector enoturístico catalán.
El estudio registra, además, que el enoturista que visita Cataluña viaja principalmente con amigos (32%), aunque también destacan los viajes en pareja (29%), y un 65% lo hace en grupos organizados. Además, es repetidor, ya que el 31% ya ha visitado una bodega en Cataluña anteriormente.
Los visitantes, según el informe, buscan sobre todo una experiencia de “descubrimiento” y para ellos el precio no es un factor determinante. Sus principales motivaciones para visitar una bodega son el vino, que les resulta una actividad entretenida y que se les sirve para aprender cosas.
La mayoría eligen la bodega o bien por recomendación de amigos (48%) o bien porque les han ofrecido a través de alguna agencia de viaje o hotel (40%). El 50% consulta la web de la bodega para encontrar la ubicación, para informarse de las actividades o bien para realizar una reserva.
Un 41% de los visitantes a nuestras bodegas son de origen europeo, mientras que el 38% proviene del mercado doméstico catalán, el 14% llega de Estados Unidos y el 8% restante es del resto de países del mundo.
Hoteles de cuatro y cinco estrella
En cuanto al alojamiento y transporte, los catalanes que visitan las bodegas se desplazan en coche propio y duermen en su casa. Los extranjeros duermen principalmente en hoteles de cuatro y cinco estrellas y en alojamientos rurales, y un 50% lo hace en Barcelona mientras que un 33% duerme en una población cercana a la bodega.
El transporte principal de los extranjeros es el autocar pero hay que destacar que un 32% de los americanos utilizan el coche de alquiler.
El gasto medio de los visitantes se sitúa en torno a los 20 euros en actividades de la bodega y entorno a los 25 euros en cuanto a los productos, y hay que destacar que los catalanes realizan un gasto menor en productos de la bodega en contraposición al resto de visitantes.
El estudio se ha realizado desde la Marca Enoturismo en Cataluña de la Agencia Catalana de Turismo, y tiene como objetivo conocer mejor el perfil de los visitantes enoturísticos, para profundizar en su comportamiento y mejorar las herramientas de captación y fidelización de estos visitantes.
Precisamente este objetivo se corresponde con las estrategias 2 y 3 establecidas en el Plan de Marketing Turístico de Cataluña desde 2018 hasta 2022, que la ACT dio a conocer a finales del año pasado.
“Enorme potencial enoturístico”
David Font ha destacado que “Cataluña tiene un potencial enorme como destino enoturístico y hay que apostar por el desarrollo decidido de este producto, pero hay que tener claro que sólo nos podremos convertir en un territorio enoturístico líder si trabajamos de manera conjunta la administración pública y el sector privado”.
En este sentido, ha querido poner en valor el trabajo realizado desde el programa Enoturismo en Cataluña “que tiene como objetivo promover la oferta enoturística de las empresas y entidades adheridas, ofrecer plataformas de promoción y comercialización a estas y aumentar el número de turistas que consumen enoturismo”.
