El CCIB tendrá nuevos sistemas para contar los asistentes y monitorizar el flujo de los visitantes.
El Centro de Convenciones Internacional de Barcelona (CCIB) está elaborando un protocolo para garantizar las medidas de distanciamiento y la máxima seguridad y prevención posible de los eventos, visitantes y trabajadores, con vistas a reanudar la actividad a partir de septiembre.
El CCIB dispone de 100.000 metros cuadrados, con amplios espacios sin columnas y un auditorio con 3.000 butacas que permitirá personalizar cada evento y garantizar una movilidad segura, según asegura el centro en un comunicado.
El CCIB es uno de los 50 espacios en todo el mundo que gestiona por el grupo francés GL events, algunos de los cuales han podido reabrir en China. El CCIB ha trabajado en coordinación con GL y recibe el asesoramiento de expertos para elaborar el nuevo protocolo destinado a los clientes, visitantes, proveedores y trabajadores.
La situación en España es que en julio acabe la desescalada, vuelvan los vuelos internacionales y se entre en la ‘nueva normalidad’. Con todo, durante un período se mantendrán medidas de higiene y seguridad y se utilizarán nuevas tecnologías para adaptarse a los modelos híbridos de eventos.
Nuevos protocolos
Las nuevas medidas y protocolos afectarán a la seguridad del recinto, gestión de los accesos, recepción del público, sistema sanitario, restauración, comunicación y seguridad de los trabajadores.
Nuevos planes de limpieza y desinfección de salas; refuerzo e incorporación de nuevos sistemas de ventilación y filtración de aire; nuevos sistemas de purificación de aire y esterilización de los espacios.
También tendrá nuevos sistemas para contar los asistentes y monitorizar el flujo de los visitantes; sistemas de control de temperatura; delimitación de los espacios de reunión; limitación de personas en espacios reducidos y nueva señalización; reorganización de las salas de conferencia y áreas de espera y descanso; definición de rutas de tráfico con marcas y señalización; apertura de puertas abiertas al aire libre.
Será obligatorio el uso de mascarillas; habrá gel desinfectante; alfombras de limpieza de zapatos; sistemas de limpieza de áreas de contacto y refuerzo de limpieza en todas las áreas y aseos.
Por otro lado, habrá un refuerzo del personal sanitario y de espacios de aislamiento preventivo. En cuanto a la restauración, se llevará a cabo una adaptación de la oferta gastronómica, las cocinas, las salas y el personal de servicio.
EL CCIB contará con guías, protocolo y material a disposición del cliente, visitantes, proveedores y trabajadores. Además, una nueva comunicación in situ y comunicación en la página web y en las redes sociales.
Los trabajadores tendrán nuevas medidas de distanciamiento; elementos de protección individual; nuevo material de separación físico; refuerzo de la limpieza de las oficinas y aseos; material de uso exclusivo para los trabajadores. Además, se contará con una organización interna que tendrá una formación específica. Este grupo realizará un seguimiento y estará preparado para actuar en cualquier momento.
World Central Kitchen
Durante el confinamiento, el CCIB ha seguido trabajando con los clientes, proveedores y grupos de interés para mantener el máximo de actividad este 2020 y una gran parte se han reubicado al último cuatrimestre del año. Además, se han seguido captando y firmando nuevos eventos para el futuro.
De este modo, el objetivo es reabrir la actividad en septiembre, junto a todos los recintos y organizadores de eventos, conscientes que supondrá un impacto positivo para todo el sector MICE, así como para el entorno y el tejido económico que gira alrededor del CCIB y de la ciudad.
Además de seguir trabajando para los clientes durante el periodo de confinamiento, el CCIB ha mantenido el compromiso social para ayudar a los más necesitados durante esta pandemia.
Entre otras iniciativas, el pasado 20 de abril el CCIB reabrió los 3.300 metros cuadrados de cocinas. El equipo de Diagonal Food, la empresa del grupo GL events encargada de la restauración en el CCIB, se unió a la ONG del chef José Andrés, World Central Kitchen, para cocinar hasta 5.000 platos al día para los más vulnerables del área de Barcelona. Las cocinas del CCIB siguen actualmente a pleno rendimiento.
