En total, la demarcación de Lleida registró 1.804.067 pernoctaciones en 2020.
Los diferentes establecimientos de turismo de Lleida situados en las proximidades de las zonas con estaciones de esquí han registrado ocupaciones en torno al 85% de media en las fiestas de Navidad y Fin de Años gracias a una temporada de nieve atípica, ya que comenzó con retraso el 14 de diciembre debido a las limitaciones de movilidad impuestas por la pandemia.
El sector de alojamiento turístico de Lleida, que incluye establecimientos de hostelería, turismo rural, campings y apartamentos turísticos del Pirineo y las Tierras de Lleida, ha cerrado el año 2020 con una caída de un 47,1% en cuanto al número de viajeros y de un 36,8% en el de pernoctaciones.
Esto se traduce en 670.543 viajeros y 1.804.067 pernoctaciones, frente a la cifra de 1.269.251 visitantes y 2.857.192 noches de alojamiento del año anterior. El turismo extranjero ha registrado un descenso de un 69,5% con respecto al número de viajeros y de un 65% en el de pernoctaciones.
La vicepresidenta del Patronato de Turismo, Rosa Pujol, ha solicitado “tomar medidas de forma rápida para poder salvar lo que resta de temporada de esquí y recuperar lo antes posible la normalidad para cambiar la situación que persiste en el sector turístico durante este 2021, atendiendo a la realidad de nuestro territorio y las actividades al aire libre”.
Altibajos del 2020
Los meses de enero y febrero, antes del confinamiento, el conjunto del sector registró un crecimiento de un 20% en el número de pernoctaciones, marcando un buen inicio del año debido a la temporada de esquí y siguiendo la tendencia creciente que ha mantenido el turismo en la demarcación de Lleida en las últimas temporadas.
En concreto, en esos dos meses los establecimientos de hostelería, turismo rural, campings y apartamentos turísticos registraron 212.447 viajeros y 403.224 pernoctaciones. El turismo extranjero siguió marcando también una tendencia al crecimiento de un 6,5% en cuanto al número de viajeros y de pernoctaciones en relación con el año anterior.
Con la llegada de la pandemia en marzo se quebraron las buenas perspectivas del año, imposibilitando al sector turístico desarrollar cualquier tipo de actividad durante los tres meses y una semana de confinamiento.
Sin embargo, la temporada de verano volvió a traer optimismo al sector, especialmente a la zona del Pirineo, que cerró con unos resultados mejores de los previstos inicialmente, con un 10% más de viajeros y un 15% más de pernoctaciones que el año 2019. En cambio, los datos del conjunto de la demarcación sufrieron un retroceso de un 21% en el número de viajeros y de un 10% en el de pernoctaciones.
El último trimestre del año también mantuvo un nivel bajo de movimiento turístico como consecuencia de las diferentes medidas restrictivas de movilidad y de actividad turística. Medidas que han suscitado la protesta y el malestar de los empresarios y representantes de las asociaciones empresariales del ámbito turístico, así como del mundo local del Pirineo, que ha reclamado al Govern “un trato especial” en las medidas del Procicat para combatir la pandemia en ese territorio.
“Tanto en la campaña de verano, como en las fiestas de Navidad, el comportamiento turístico en la zona del Pirineo ha sido satisfactorio, pero el balance final nos confirma una importante pérdida para el sector de alojamiento turístico en general, con un nivel más alto de afectación en los establecimientos de la zona de la plana de Lleida”, concluye Pujol.
