El ministro de Sanidad de Italia, Roberto Speranza, ha defendido las medidas de restricción al viaje impuestas para aquellas personas que quieran entrar en el país tras la detección de la variante ómicron del coronavirus.
“En estos momentos nuestra prioridad no puede ser otra que la de seguir trabajando para mantener el país a salvo”, ha aseverado antes de matizar que la decisión de extender el estado de emergencia y restringir los movimientos a nivel internacional buscan “precisamente esto”.
Speranza ha indicado que la idea del Gobierno es limitar el incremento de los contagios y los ingresos en los hospitales debido a las nuevas variantes del virus.
De esta forma todas las personas que entren en Italia desde otros países comunitarios tendrán que presentar un test negativo además del certificado de vacunación. Además, los viajeros que no hayan sido vacunados tendrán que someterse a un periodo de cuarentena.
Las PCR tendrán que realizarse en un plazo máximo de 48 horas antes de entrar en suelo italiano, mientras que para los test de antígenos este periodo es de 24 horas.