El Gobierno de China ha cambiado en los requisitos de entrada al país para contener la pandemia de COVID-19, de tal manera que ya no exige una PCR negativa sino que basta con un test de antígenos realizado como máximo dos días antes de embarcar hacia el gigante asiático, independientemente del origen.
Las aerolíneas ya no están obligadas a solicitar los resultados de los test para permitir a los pasajeros embarcar en el avión, según medios oficiales.
China ha mantenido estrictas medidas de control frente a la COVID-19, que no empezó a relajar hasta finales de 2022, después de un conato de protestas sin precedentes recientes en el país.
Así, pasó de adoptar confinamientos indiscriminados en virtud de la política de ‘casos cero’ a asumir una relativa tasa de contagios, así como a eliminar las cuarentenas para los viajeros internacionales.