Cataluña recibió 16,7 millones de turistas extranjeros en 2014, lo que supone un 7,2% más que en el año anterior, y generaron un gasto de 15.029 millones de euros, un 6,1% más, lo que se traduce en un nuevo récord histórico.
Así lo ha dicho este miércoles en rueda de prensa el conseller de Empresa y Empleo de la Generalitat, Felip Puig: “En un año incierto, Cataluña ha cerrado con récord de visitantes que nos han escogido como destino. Jugamos en la Champions turística de Europa”.
“Ni Francia multiplica por tres el número de su población por turistas. Somos una potencia europea y queremos ser una oferta turística del mundo”, ha aseverado el conseller.
De este modo, Cataluña vuelve a ser la comunidad que más turistas extranjeros capta de todo el Estado, y supone el 25,8% del total del turismo que visita el conjunto de España.
Ello ha sido posible, pese a la caída del turismo ruso (-14,4%), gracias al aumento de turistas de mercados de mayor proximidad, como Alemania, cuyos visitantes han crecido un 12,3% y han gastado un 20,1% más; y los turistas italianos, que también se han incrementado un 19,9% y han tenido un impacto económico un 20,4% superior.
Puig ha augurado que el mercado ruso, que emitió 837.000 turistas el año pasado a la comunidad catalana, continuará bajando debido a la situación política y a la devaluación del rublo, por lo que el Govern ya trabaja en acciones de promoción para abrir nuevos mercados del entorno, como Armenia, Moldavia, Kazakhstán y Azerbaiyán.
Han caído un 9,8% los turistas procedentes de Estados Unidos, hasta los 513.100, debido, a que es un mercado que entra a Cataluña en gran medida a través de los cruceros, y 2014 ha sido un año marcado por menores escalas.
Esto se ha intentado compensar diversificando la oferta con productos como el lujo, la gastronomía o el turismo de negocios, lo que ha permitido que la reducción del gasto sólo haya sido de un 2,7% gracias a que los turistas norteamericanos que han visitado Catalunya han sido de mayor poder adquisitivo.
El conseller ha estado acompañado en la rueda de prensa por el secretario de Empresa y Competitividad, Pere Torres; la directora general de Turismo, Marian Muro; y el director de la Agencia Catalana de Turismo, Xavier Espasa.
Países emergentes: nueva oportunidad
La estrategia de la Generalitat para el futuro pasa por consolidar los mercados alemán, británico, –que ha crecido un 5,6% y ha gastado un 7,7% más–, y francés, con un repunte del 9,7% en turistas y de un 5,5% en impacto económico en 2014.
Sin embargo, Catalunya ha reducido la dependencia del mercado europeo en diez puntos porcentuales en ocho años, pasando del 94,3% en 2005 al 84,7% en 2014, y según Puig los mayores crecimientos vendrán dados de mercados lejanos, como países emergentes.
Los datos ya apuntan a esta tendencia también en cuanto al impacto económico, ya que el turismo extraeuropeo generó un gasto de 4.700 millones de euros en 2014, y el gasto medio por turista extranjero y estancia ascendió el año pasado a 897 euros, un 1,1% menos.
71,5 millones de pernoctaciones
En cuanto a las pernoctaciones en establecimientos turísticos reglados –como hoteles, cámpings y establecimientos de turismo rural, por ejemplo–, se situaron al cierre de 2014 en 71,5 millones, un 1,5% más, y el grado de satisfacción del turista es de una media de 8,6 sobre 10.
El Govern también pone el acento en la desestacionalización del turismo, y por eso el Plan Estratégico de Turismo de Cataluña para el periodo 2013-2016 y el Plan de Marqueting Turístico 2013-2015 marcan un incremento del 15% en tres años tanto en ingresos totales como en ingreso fuera de temporada alta.
En 2014, el sector turístico catalán ocupó a entre 350.000 y 410.000 personas, un dato que supone entre un 12% y un 13% de la ocupación total de Cataluña.
Preguntado sobre si el yihadismo tendrá repercusión sobre el turismo en Cataluña este 2015, Puig ha asegurado que es muy difícil hacer previsiones en el sector turístico, aunque ha negado un impacto negativo: “No creo que haya ninguna alteración a medio plazo desde una perspectiva de tendencia”.
“¿Puede alterar la sensación de seguridad de una parte de turistas? Puede, pero estamos en un mundo global. Hay que buscar siempre el equilibrio entre la libertad y la seguridad”, ha añadido, y ha sostenido que Catalunya es una de las sociedades más abiertas del mundo.