El nuevo Convenio Estatal de las Agencias de Viajes para el periodo 2016-2018 ya está en vigor tras su publicación el pasado 21 de noviembre en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Sin embargo, su futuro es incierto como consecuencia de las diferencias entre las dos principales asociaciones de agencias de viajes del sector, la Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV) y la Federación Empresarial de Asociaciones Territoriales de Agencias de Viajes Españolas (Fetave).

El pasado mes de mayo, Fetave impugnó ante la Audiencia Nacional la comisión negociadora del convenio, tras no permitirse que se sentara a la mesa junto con los sindicatos y CEAV, y ha anunciado que volverá a impugnar el convenio tras su publicación en el BOE.

CEAV afirma en que la actitud de Fetave obedece a la “frustración” por “no haber podido formar parte de la comisión negociadora”.

La Confederación que preside Rafael Gallego insiste en que Fetave no cuenta con la representación exigible legalmente para poder participar en la mesa negociadora.

Una mala noticia

Independientemente de si la Federación que preside César Gutiérrez tiene o no la representatividad necesaria para formar parte de la negociación, el hecho de que las dos asociaciones más representativas del sector de las agencias de viajes no se pongan de acuerdo es una noticia lamentable.

No es lo mejor para el asociacionismo que los máximos portavoces de los empresarios no aparquen sus diferencias y que tenga que ser la Justicia la que se vea obligada a dirimir un conflicto que a buen seguro se podía haber resuelto con diálogo entre sus máximos responsables.

El caso es que ahora el futuro del actual convenio –calificado de positivo por los representantes de los empresarios y los trabajadores– está en el aire a expensas de lo que decida un juez y todo por lo que parece una disputa de cariz personal.