Los ingresos turísticos entre junio y septiembre, aproximados a partir de los datos de los establecimientos hoteleros, fueron un 40,4% más bajos que los niveles registrados en 2019, según el último ‘Barómetro de la Rentabilidad y el Empleo de los 105 principales destinos turísticos urbanos y vacacionales españoles’ de Exceltur.
Los meses de julio (-40,7%) y de agosto (-24,9%) fueron los que registraron unas caídas menores e impulsaron la reducción de las caídas totales de los ingresos, marcando el inicio de la recuperación, que se vio frenada en el último mes de la temporada alta, septiembre (-34,2%).
No obstante, según los primeros indicadores del mes de octubre, la recuperación habrá continuado tras el mes de septiembre, impulsada por el desempeño de Canarias y las principales ciudades.
En cuanto a los datos por regiones, la recuperación fue desigual y asimétrica en verano, con el 18,6% de la planta alojativa cerrada y una ocupación media de las plazas disponibles del 57,4%, un 75,8% por debajo de 2019, con un RevPAR medio de 58,3 euros, lo que supuso una reducción del 23,2%.
Las ciudades españolas registraron un descenso del 46,7% en sus ingresos
La mejoría en el comportamiento de la evolución de los ingresos se trasladó de forma más intensa en los destinos vacacionales (-37,8% entre junio y septiembre de 2021 frente a 2019), que en los destinos urbanos (-46,7%), gracias a una mejora de tarifas en aquellos destinos de mayor presencia española, que, sin embargo, han experimentado el misma ralentización en el mes de septiembre.
En concreto, las zonas turísticas más perjudicadas por la caída de sus ingresos durante los meses de junio y septiembre han sido Canarias y Baleares, así como la costa catalana, muy expuestas a la evolución de la demanda extranjera, que tuvo una incorporación tardía esta temporada y truncada en función del levantamiento de las restricciones en los países de origen.
Reapertura alojativa
La recuperación se ha reflejado en el ritmo de apertura de la oferta alojativa. La de los destinos vacacionales abierta en junio se limitaba al 60,3%, llegando al 86,2% en septiembre, si bien con un grado de ocupación media del 61,5%.
Esta apertura se produjo con grandes diferencias entre destinos, casi total en los de mayor presencia de demanda doméstica como la costa andaluza y valenciana (Costa del Sol 92,8% abierto entre junio y septiembre, Costa de la Luz de Cádiz 96,6%, Costa de la Luz de Huelva 90,1%, Costa Blanca 85,5%, Costa de Valencia 95,9%).
Más reducida fue en destinos de la costa catalana y en Baleares y Canarias (Costa de Barcelona 68,3%, Costa Brava 80,9%, Costa Daurada 79,4%, Isla de Mallorca 72,8%, Menorca 87%, Isla Ibiza 74,5%, Tenerife 68,1%, Lanzarote 74%, Fuerteventura 77,2%, Gran Canaria 88,5%).
En el caso de Andalucía, la demanda incluso elevó los precios hoteleros y destinos que aumentaron sus ingresos con respecto al periodo junio-septiembre de 2019, como Tarifa (+21% ingresos, +5,4% plazas, +15,8% RevPAR) con niveles de ocupación similares a los de 2019 y precios más elevados, Estepona (+22,6% ingresos, +5,0% plazas, +23,1% RevPAR) también en un rango de precios más alto que en 2019, o la Costa de la Luz de Huelva (+4,2% ingresos, -9,9 plazas, +9,1% RevPAR), y destinos que experimentaron caídas moderadas de los ingresos como es el caso de la Costa de la Luz de Cádiz (-5,6% ingresos, -3,4% plazas, -2,3% RevPAR).
Canarias y Balear fueron las zonas turísticas más perjudicadas por la caída de sus ingresos en verano
No obstante, la recuperación no se dio en el caso de Benidorm (-45,2% ingresos, -25,3% plazas, -24,4% RevPAR), que experimentó una caída de ingresos y una apertura de plazas tardía por el retraso de la recuperación del mercado británico.
Asimismo, algunas zonas de predominio de la demanda española en el norte de la península registraron niveles de ingresos superiores a los del verano previo a la pandemia, como es el caso de la Costa Verde asturiana (+9,5% ingresos) o la costa A Mariña Lucense (+4,1%) y las Rías Bajas gallegas (-4,5%).
Los destinos vacacionales vascos se situaron en un nivel de ingresos inferior al pre-pandémico, pero con caídas menos intensas a la media de destinos vacacionales, así ocurrió en la costa de Vizcaya (-15,6% ingresos) y la costa de Guipuzcoa (-22,7%).
Canarias y Baleares a la cola
En el caso de los destinos canarios, su elevada dependencia durante los meses de verano de los mercados emisores europeos ocasionó caídas en los destinos que se moderaron notablemente en el mes de septiembre, ante el levantamiento generalizado de las restricciones en los países de Europa, no viéndose afectado el turismo del archipiélago por la erupción del volcán de La Palma el pasado 19 de septiembre.
Los destinos baleares también experimentaron descensos de sus ingresos, una apertura parcial de su planta hotelera y niveles de ocupación por debajo de lo habitual. Durante el mes de septiembre se moderaron también las caídas de los ingresos de los destinos baleares y continuó el progresivo proceso de apertura. Esta tendencia se prolongaría en el mes de octubre, mes que marcaría el cierre de su temporada turística. En la costa catalana, la situación fue muy similar.
En cuanto a los destinos urbanos, las ciudades españolas registraron un descenso del 46,7% en sus ingresos con respecto los niveles pre-pandémicos, alcanzado su menor caída de ingresos en agosto (-28,8%), con un retroceso en el mes de septiembre (-41,5%). Las plazas ofertadas aumentaron del 78% de junio al 92% de septiembre, aunque con un aumento desigual.
Los niveles de RevPAR se mantuvieron por debajo de sus niveles habituales en los hoteles urbanos que estuvieron operativos, con ingresos medios por habitación en este período (junio-septiembre) de 53 euros (-38% respecto a 2019), debido a ocupaciones un 25,6% por debajo de lo habitual y con caídas de precios del 16,4%.