La llegada de la nueva variante del COVID-19, ómicron, está poniendo en jaque al sector turístico. El último en mover ficha ha sido la Asociación Internacional de Transporte Aérero (IATA), que en un comunicado resaltan que la respuesta “pavloiana” de cerrar fronteras “no detendrá a ómicron”, la nueva variante del virus.
En dicho comunicado, IATA resalta que los últimos días “han sido de los más frustrantes del año”, tras el descubrimiento de la nueva variante que ha hecho a los gobiernos “entrar en pánico” y “volver a restringir o eliminar por completo la libertad de viajar”.
La asociación resalta que, tras dos años de pandemia, “deberíamos haber aprendido a lidiar con la COVID-19” y haber encontrado soluciones más allá de las “instintivas y descoordinadas”. Así, ha señalado que el cierre de fronteras no impedirá a las nuevas variantes propagarse a territorios, poniendo como ejemplo los casos de ómicron que ya están presentes en Europa.
Además, ha alegado que diferentes cargos de otras organizaciones no vinculadas con el transporte aéreo, como pueden ser expertos en salud de la OMS, han declarado que el cierre de fronteras no es efectivo para paliar la pandemia.
Así, abogan por mantener medidas higiénicas, como la obligatoriedad de las mascarillas, aumentar el rastreo de contactos y trabajar en que la vacunación se extienda a un mayor número de personas para evitar retroceder en el camino avanzado.